
Una inmobiliaria vende la casa que sirvió para la primera barra americana de la recta de O Corgo
18 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Muchos tenemos metido en la cabeza que el paraíso es un lugar maravilloso. Debió ser precioso el jardín bíblico en el que vivieron Adán y Eva. El de O Corgo, desde luego, se cae, está abandonado y, además, se vende. Se trata del primer burdel que funcionó en la recta de la N-VI que fue la que, hace unos años, tuvo más lupanares por metro cuadrado de España. Hace ya por lo menos una decena de años, o eso recuerdan los vecinos de enfrente, que la luz roja se apagó definitivamente. Nunca más en la gran casa, en la que llegaron a trabajar en el alterne más de una veintena de mujeres de varias nacionalidades, se abrió negocio. ni del sexo ni de nada.
El Paraíso está en venta desde hace ya unos meses. Dicen en el lugar que en el inmueble es de una familia de Laxosa que lo comercializa a través de una agencia inmobiliaria. El precio está en, aproximadamente, 150.000 euros, pero quizás pueda obtenerse una rebaja.
«A casa xa se ve como está...», dijo un vecino de la zona haciendo referencia al deterioro que presenta. «Se cadra, sae máis barato facela de novo que reconstruíla», pronostica la misma persona. Tiene razón. Quien compre tendrá que echar cuentas. «E pensar tamén que se volve facela de novo, ten que deixar unha separación dende o eixo central da estrada», indicó otro, que tomaba una caña en el Restaurante Parrillada Lajosa, que está enfrente. Otros aseguran que el interés está en la parcela que ocupó el burdel, por su gran extensión.
Algunas vecinas de la zona recuerdan cómo fue la llegada del negocio de la prostitución al lugar. Debió de ser hace más de veinte años. Por aquel entonces, el primer dueño lo bautizó como Míster Dólar. Con ese nombre encargó los neones rojos que se encendían todos los días del año a las cinco de la tarde.
Después se creó El Paraíso. Era cuando todavía la recta de O Corgo hacía de única ruta de salida desde la Galicia norte hacia la meseta. Hoy, aún con bastante tráfico, solo es como una carretera local y, encima, en mal estado.
«Non había outras falas cando se abriu o negocio... Era tema de conversa ao saír da misa, na festa, no médico... Houbo quen dixo que traería problemas de todo tipo. Pero, pouco a pouco, foise calmando a cousa e non pasou máis. E dígolle unha cousa... Nunca tivemos unha queixa! O que houbera era de portas para dentro. Nunca molestaron a ninguén», comentó un cliente del bar.
En el sitio hubo inicialmente un aserradero, pero rápidamente adaptaron las instalaciones para club de alterne. Incluso asfaltaron y pintaron los aparcamientos, detrás de un tupido telón verde de setos, mejor que cualquier pista del municipio. El negocio funcionó durante muchos años ,y nadie sabe dar una explicación certera de la razón por la que El Paraíso acabó abandonado como el de la Biblia. Quizás tuvo la culpa El Tritón, que se asentó unos kilómetros más adelante, donde también sobrevive el Liverpool.
«Agora se volven, queira Deus que non sexa con esa ‘maleta’. ‘Equipaxe’ dese non lle queremos», aseguró con mucha sorna una mujer de ochenta y pico años que vive cerca del viejo inmueble. La octogenaria sabe que estos no son los mejores tiempos para los burdeles. «Aínda que agora hai moita ‘pillería’ e picardía. Algúns homes xa non precisan de ir a eses sitios. Hai pisos... Teñen amigas... Quedan polos móbiles», advierte.
«Estes son tempos de pillería e algúns homes non van e eses sitios», dice una octogenaria