
La asociación tiene previsto realizar el traslado lo más rápido posible
08 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El centro de acogida de animales de Sarria, situado en el céntrico barrio del Lázaro, dejará dentro de unas semanas su ubicación para trasladarse a un lugar aislado en el que los animales no molesten, sobre todo por la noche con sus ladridos, a los sufridos vecinos.
Los responsables de la asociación que la gestiona desde su apertura hace casi tres años, Huellas de Sarria, encontraron una finca a la que trasladarse y en la que abrirán un refugio privado de animales. Su intención es la de trasladar a la nueva ubicación a los canes que tienen actualmente en las instalaciones y dejar de prestar el servicio de recogida para convertirse en una institución que colabore cuando sea necesario con las protectoras de animales de la zona para acoger animales.
La instalación se ubicó en un solar municipal del centro de la localidad como una solución de emergencia al no renovar el Concello de Sarria el convenio que tenía con la protectora de animales de Lugo y quedarse sin poder prestar el servicio de recogida de animales. La pretensión de los responsables municipales era que esta instalación fuera provisional antes de crear un lugar de acogida en las afueras donde no generara molestias. La alternativa era usar un terreno municipal en la zona de O Mazadoiro para las nuevas instalaciones, pero las protestas vecinales, amplificadas por la oposición municipal, hicieron que hasta la Diputación, que se comprometiera a costear el proyecto, diera marcha atrás y apostara por crear un gran refugio para animales en Monforte que atendiera las demandas de la zona sur de la provincia.
«Nos dolió enterarnos del proyecto de Monforte por la prensa y más que desde ese momento nos dejaran tirados», expresan sin ocultar su enfado desde Huellas de Sarria.
La determinación de los miembros de la asociación fue siempre mantener abierto el refugio y así lo harán, aún cuando se construya el centro de acogida en Monforte.
Buscar un terreno
El primer paso que dieron para mantener vivo el proyecto que con tanta ilusión comenzaron hace dos años y medio fue buscar un terreno. Lo curioso es que los responsables de encontrarles el lugar idóneo al que pretenden trasladarse de inmediato fueron los vecinos del barrio del Lázaro. «Al final la solución tuvo que llegar del trabajo entre vecinos y no gracias al gobierno municipal, la oposición o otros organismos como la Diputación. Entendimos desde el primer momento el enfado de los vecinos de la zona tanto por los ruidos de los animales como por las mentiras que les trasladaban, a ellos y a nosotros, los políticos», expresan desde la asociación.
El trabajo de Huellas de Sarria comenzó hace más de dos años y medio y durante ese tiempo pasaron por sus manos 300 perros. Una buena parte de ellos necesitaron atenciones veterinarias para curarles de heridas, en muchos casos graves. En algunos casos los veterinarios no lograron evitar la muerte de alguno de los canes que recogieron, lo que supuso los momentos más amargos de la asociación.
En la actualidad se encuentran en el centro de acogida una veintena de perros y en casas de familias que aceptaron tenerlos de manera temporal otros veinte.
Presupuesto elevado
La asociación pretendía hacer inicialmente un centro de acogida modesto, para lo que precisaría alrededor de 12.000 euros, pero finalmente optaron por hacer uno adecuado a las máximas exigencias, por lo que el coste se les elevará hasta los 40.000, por lo que han determinado construirlo por fases a medida que vayan reuniendo los fondos. La primera parte será colocar perreras prefabricadas para poder comenzar a trabajar con una relativa normalidad.
Uno de los sistemas al que recurrieron para recaudar fondos es un micromecenazgo en Internet gracias al cual ya han recaudado alrededor de 4.500 euros. El resto del dinero esperan recaudarlo gracias a actividades como la venta de lotería, colocar huchas en establecimientos colaboradores, varios mercadillos solidarios o actividades como caminatas solidarias. A ello hay que sumar las donaciones de particulares y empresas, aunque también hay que tener en cuenta que actualmente están asumiendo en solitario todos los gastos del centro por lo que apenas pueden ahorrar dinero para el nuevo centro.
La asociación cuenta con más de una treintena de voluntarios, que están seguros que el proyecto saldrá adelante.