Claudio Garrido, candidato de Camiña Sarria: «El ayuntamiento tiene problemas de gestión porque no hay estabilidad política»

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA SARRIA / LA VOZ

SARRIA

Claudio Garrido esta semana frente al Concello de Sarria
Claudio Garrido esta semana frente al Concello de Sarria U.C.

El alcalde asegura que fueron cuatro años difíciles, niega un enfrentamiento personal con Benjamín Escontrela y prioriza la creación de un plan general de urbanismo

29 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Claudio Garrido irrumpió en el 2019 con su candidatura independiente y se hizo con el sillón de mando. Repite de nuevo al frente de Camiña Sarria tras un movido mandato en el que rompió su coalición y convivió en una corporación muy dividida. Precisamente quiere terminar con este escenario político y conseguir la mayoría porque «cumplimos lo prometido».

—¿Qué balance hace de estos cuatro años?

—Estos cuatro años fueron muy difíciles. La situación que encontramos en el Ayuntamiento era de bastante deterioro y enfrentamiento, una vez iniciado sin mayoría absoluta ha sido dificultoso sacar los acuerdos adelante. La pandemia y la guerra de Ucrania también han sido muy definitorias. Además hubo problemas internos en los grupos de la oposición, en el PP, en el PSOE... Se han sacado temas importantes a base de mucho trabajo aunque con poco diálogo.

—¿Qué temas?

—De las 15 propuestas que llevábamos, menos el plan general, las cumplimos todas. Como el abandono de Diego Pazos, Ponte Ribeira, las obras del cementerio, abrir una infraestructura como la piscina o abastecimientos de agua. 

—Camiña Sarria cambia la mitad de las caras de la candidatura, ¿necesitaba una renovación?

—Es una lista continuista en los cuatro primeros puestos. No había experiencia de gobierno excepto la mía, se han visto carencias internas y le faltaba cierta frescura de personas jóvenes.Todo lo que hicimos lo hicimos con alma.

—¿Aspira a la mayoría?

—Fuimos el grupo más votado y vamos a pedir la confianza de la gente para tener estabilidad presupuestaria. El devenir de estos cuatro años, con falta de diálogo y dificultades de problemas de gestión porque el Ayuntamiento no tiene estabilidad política, hace que Camiña Sarria se plantee buscarla.

—De no ser así, ¿con quién pactaría?

—Es muy difícil de decir.

—¿Qué propuestas principales llevarán en el programa?

—El deporte ha sido un eje fundamental para el partido, también la conciliación o la atención temprana. Pero una de las propuestas fundamentales será la elaboración de un plan general. En Sarria estamos en el siglo XX en cuanto al planteamiento urbanístico, no hubo desde 1986 por eso hubo esta problemática con el IBI. Hay que humanizar Sarria y cambiar su imagen.

—¿Los cobros del IBI anulados van a volver a cobrarse de la misma manera?

—Nosotros tomamos posesión y ya estaban enviadas las cartas, porque se inicia en el 2016. Es ajeno a este gobierno. Tomamos medidas como la aprobación de las bonificaciones de los establos, y en cuanto hubo conocimiento real de las de este año, aprobamos bonificaciones a esos terrenos.

—Desde que se tuvieron que pagar hasta que se anunciaron las bonificaciones, hubo por el medio la creación de la plataforma de afectados de Escontrela, ¿qué le pareció?

—Lo que no se podía era establecer una bonificación cuando ya se han notificado los valores porque no es retroactivo. Lo que hubo es un desfase de las notificaciones, que fue el Concello quien pidio revisar todo el procedimiento de carácter general. Ellos solo eran 200 o 300 que reclamaron de manera individual. Escontrela representaba a una parte del gobierno y él optaba por impugnar todo el procedimiento, que fue legal. 

—Hablaba de problemas internos en otros partidos, pero a raíz de esto usted acabó cesando como concejal a Benjamín Escontrela.

—A mí la opinión de Escontrela en esto me da igual. Hubo un cese por irregularidades administrativas con el servicio de conciliación, con contratos sin procedimiento. Y por un hecho de bastante gravedad como fue el tema del detective, de lo que yo me entero en diciembre. Fue una única responsabilidad de él, que se hubiera evitado si entregase los informes.

—Si los contratos constaban desde el 2019, ¿cómo no los vio hasta diciembre?

—Aquí se hace la liquidación de la cuenta general conjunta, pero la residencia es un organismo autónomo. Se delegó confianza en él, yo no controlo a nadie.

 —¿Desde el cese no le parece que ha pasado a ser una guerra personal?

—Él puede decir que es un linchamiento, pero yo tomé la decisión hace siete años de abandonar el partido socialista y me presenté como independiente. No tengo ninguna intención de volver ni ninguna estrategia. Es más, estoy en la coalición Contamos para que la Diputación respete a los vecinos del concello de Sarria. Cada partido es muy libre de poner al candidato que quiera, no nos hemos metido en la pelea del PP ni del PSOE.

  —La interventora hizo más de 60 reparos por irregularidades en contratos en la residencia y el Concello, ¿por qué hubo esos problemas?

—Eso hay que mejorarlo. La residencia nunca fue un modelo que cumpliera la normativa con ningún gobierno.

—¿Y el Concello?

—Tenemos un grado de cumplimiento alto, hemos tenido algún problemilla. Hubo más problema de forma que de fondo. La residencia sí que necesita un cambio.

—La interventora determinó que no había libre competencia de empresas, ¿es así?

—Eso quiere decir que hay mucho contrato menor, que no tiene la misma publicidad que una licitación. La mayoría de concellos utiliza esta figura porque se ejecutan mucho mejor las obras. ¿Eso le quita la competencia? Yo entiendo que no, son procedimientos legales.

—Respecto al contrato de la luz...

—(Interrumpe) El contrato tuvo publicidad y transparencia. Es un proyecto europeo fiscalizado por fondos europeos. El PP siempre está diciendo que es una empresa de fuera, pero no hay ningún pliego que prohíba contratar a empresas que no sean de Sarria. Podían ser de toda Europa. Los pliegos se aprobaron en pleno, el PP podía votar en contra o demandar alguna irregularidad.

—¿Por qué hubo pagos a mayores del contrato?

 —Todos los contratos tienen unos pliegos. Todos los años se hace una revisión del precio según el IPC, entre otros. Cuando sube mucho se refleja. 

—Es un contrato para 20 años y también hubo un crédito a pagar en los próximos diez. Como dice la oposición, ¿endeudará Sarria?

—Cuando entramos había una deuda de 1,3 millones, que pagamos en el 2021 y quedamos a cero. En el 2022 consideramos que había obras prioritarias y solicitamos el crédito que fue en los presupuestos aprobados. La Xunta y la Diputación dan lo justo. No es endeudar el ayuntamiento es invertir en hacer obras. Todos los gobiernos de Sarria han endeudado, han sacado créditos para poder dar servicio.

—Unos presupuestos aprobados por decreto de alcaldía.

—No se aprobaron por decreto. Hubo unas alegaciones fraudulentas y fue dicho en informes técnicos. Si se inadmiten las alegaciones evidentemente se aprueba por decreto. ¿Pero la oposición ha ido al juzgado?

—¿En qué quedó la ampliación del polígono industrial de O Morelle?

—Hubo 13 empresarios interesados, lo que no llegaba al 30 %. No se cumplió la condición marcada por el SEPES. El PSOE debería haber puesto interés y el PP criticaba los precios pero aquí no tenemos las bonificaciones de la Xunta de Galicia.