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Los cascotes de la demolición de A Calexa en Sarria destrozan el techo de un vecino

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA SARRIA / LA VOZ

SARRIA

Numerosos ladrillos con hormigón cayeron directamente en la cubierta del salón de un vecino de la calle Padre Sarmiento
Numerosos ladrillos con hormigón cayeron directamente en la cubierta del salón de un vecino de la calle Padre Sarmiento CEDIDA

Los escombros del derrumbe tiraron parte de la cubierta del salón: «Menos mal que estábamos en la aldea. Si no, nos habría aplastado»

05 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Sarria adjudicó hace unos meses la licencia para la esperada demolición del edificio de A Calexa, un esqueleto que llevaba 15 años paralizado, pero terminó tirando por accidente el techo de la vivienda de un vecino. José Ayán se encontró un enorme agujero en la cubierta de su salón causado por numerosos ladrillos y hormigón que no cayeron en la lona de protección: «Cayeron justo en la mesa donde comemos mi mujer y yo, menos mal que no estábamos. Si no, nos habría aplastado».

La demolición del bloque de viviendas de siete pisos de la Rúa Calexa empezó en abril. Después de décadas de impacto visual, la propietaria Aliseda pidió al Concello la licencia de demolición, que fue adjudicada a Inversiones Inmobiliarias Canvives, una compañía de Aliseda. Esta empresa subcontrató para los trabajos a Jcarreira. 

En colaboración con el gobierno local, se cortó la circulación en la Rúa Calexa por seguridad, desde el cruce de la calle Frei Luis de Granda hasta el cruce con la calle Padre Sarmiento. La parte más complicada de la demolición eran los pisos más altos. Según José Ayán, cuando la grúa empezó a trabajar en la mayor altura, «ya me cayeron cascotes pequeños en el tejado que fueron causando daños». 

El propietario, José Ayán, acababa de reformar el salón y actualmente reside en Baralla para cuidar de su mujer
El propietario, José Ayán, acababa de reformar el salón y actualmente reside en Baralla para cuidar de su mujer

La casa de este sarriano se encuentra en el número 16 de la calle Padre Sarmiento, justo detrás del edificio que se está derribando. Por suerte, actualmente está residiendo en una aldea de Baralla, donde puede atender mejor a su mujer, que padece una invalidez. 

«Esta semana me llamó un vecino para avisarme de que habían caído restos del derrumbe en mi casa», relata. En la calle de su vivienda, la empresa de demolición había establecido una grúa con una lona que recogía el escombro y lo tiraba al suelo. «Un montón de ladrillos con hormigón se salieron de la trayectoria y cayeron directamente en mi casa», asegura. 

Los cascotes derrumbaron parte del tejado del salón, dejando un gran descubierto. Ladrillos, hormigón, piedras o madera causaron daños en parte de los muebles convirtieron el cuarto en una escombrera. «Hace apenas un año que reformamos por completo el salón, de unos 60 metros cuadrados, y ahora está todo roto», lamenta Ayán.

Acta notarial para quejarse por la falta de seguridad 

El sarriano destaca por lo menos que ni él ni su mujer se encontraban en la casa en ese momento. Desde que empezó la demolición, muy próxima a varias viviendas, Ayán levantó un acta notarial porque «se estaba trabajando sin protección suficiente». Denunció que no se habían preocupado por si alguien estaba viviendo en los edificios vecinos. 

Imagen de la demolición del bloque de A Calexa
Imagen de la demolición del bloque de A Calexa ALBERTO LÓPEZ

Cuando vio los destrozos causados en su casa, se puso en contacto con la empresa encargada de la demolición: «Me dijeron que no habría problema en hacerse cargo de los daños ocasionados». Actualmente, Ayán explica que las aseguradoras de la compañía y de su casa están trabajando con peritos para evaluar los daños. También acudió a la notaría para determinar los prejuicios. «De momento, no denuncié en la Guardia Civil, esperando que lleguemos a un acuerdo».

El vecino de Sarria pide la reconstrucción total del tejado, porque aunque solo se haya derrumbado una parte, el resto de la estructura se movió y ya produjo varias goteras. José Ayán alertó de lo sucedido para que el alcalde, Claudio Garrido, tome cartas en el asunto y mejore la seguridad de la demolición.