
Los cerdos de 100 kilos de peso se comercializan a 110 euros de media
03 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El 2013 pasará a la historia de los criadores de porcino que consiguieron sobrevivir a las normas de bienestar animal, como el mejor en ventas desde hace décadas. A una elevada demanda para matanzas domiciliarias, reconocida por diversas fuentes del sector, hay que sumar que los precios han experimentado un aumento respecto del año anterior. Según asegura Sabina Doval, una productora con una granja de última generación de 190 cerdas madres, en el alto de la Albela, en Triacastela, subieron entre 20 y 30 euros por animal.
Sabina Doval, la matriarca de una familia de cinco miembros -su marido y sus tres hijos participan del negocio- que se dedican a la cría de porcino, que venden mayoritariamente a particulares, asegura que el 2013 es el mejor de los 33 años que lleva la familia dedicada a esta actividad.
Los meses de verano vendieron muchos ejemplares para las matanzas domiciliarias que comienzan ahora. La producción de este año -cada cerda tiene una media de 12 crías en cada uno de los tres partos anuales- no fue suficiente para cubrir toda la demanda de este año y está teniendo dificultades para poder atender a su clientela.
La crisis ha hecho repuntar las matanzas domiciliarias en los últimos años, pero posiblemente sea este el de mayor demanda desde el inicio del deterioro de la economía. «A xente sabe que cun cocho -aseguró la productora de porcino- énchese unha casa de vida. Cos mesmos cartos na carnicería non mercas practicamente nada».
Si bien se vendieron muchos cerdos en los meses de verano, con un margen de tiempo suficiente para engordarlos y prepararlos para el San Martiño, se está imponiendo otra práctica que explica que las ventas se mantengan. Doval asegura que hubo un cambio en la demanda de su fiel clientela, derivada del envejecimiento de la población. En las aldeas cada vez queda menos gente joven dispuesta a criar y cebar cerdos para el consumo familiar y a sacrificarlos. Por este motivo, desde hace algún tiempo se está imponiendo, según Sabina Doval, la venta de cerdos ya cebados, que entregan a domicilio en canal, limpios y listos para trocear, salar y preparar los embutidos.
Entre Navidades y enero del pasado año, según dijo Doval, su empresa comercializó más de 900 canales en la comarca. Esta tendencia va en aumento.
A este tipo de cerdos, los de la matanza, según la empresaria, les cambian la alimentación dos meses antes del sacrificio. Les sustituyen el pienso preparado por cereales triturados y soja, que le aporta otra calidad a la carne, que se nota después en los productos.
El retorno a las matanzas domiciliarias, junto con la proliferación de huertos de hortalizas y tubérculos, están aportando una fórmula de subsistencia a las economías familiares, maltrechas por la crisis.
Muchas familias ceban algún cerdo a mayores de los que necesitan para su consumo para poder vender después sus productos y generar ingresos.
crónica repunta la venta de ejemplares para matanzas domiciliarias
Muchas familias ceban cerdos a mayores de su consumo para venderlos