Una pensión y una tienda de degustación revivirán dos aldeas de Triacastela con sus primeros negocios

Uxía Carrera Fernández
U. CARRERA LUGO / LA VOZ

TRIACASTELA

Tienda de degustación en Triacastela, en la aldea de Pasante, que abrirá en la temporada alta de peregrinos
Tienda de degustación en Triacastela, en la aldea de Pasante, que abrirá en la temporada alta de peregrinos CEDIDA

Dos vecinas del concello lucense aprovecharon las ayudas Leader del GDR Ribeira Sacra Courel

03 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las parroquias de San Salvador y Pasantes, en Triacastela, recuperarán parte de su vida gracias a la apertura de dos proyectos elaborador con las ayudas Leader del GDR Ribeira Sacra Courel.

Uno de ellos, es la pensión «Os Prados da Albela», ubicada en San Salvador, que actualmente está en fase de construcción y las obras avanzan a buen ritmo, por lo que este año ya podrá abrir.

El otro proyecto se trata de una tienda de productos agroalimentarios en la que también habrá degustaciones. Se encuentra en la aldea de Pasantes y está promovida por Lucía, una abogada de 32 años. Será el primer negocio que abra en este pequeño núcleo de población, que se encuentra en el Camino Francés. Actualmente está ultimando los detalles finales para poder abrir cuando empiece la temporada alta de peregrinos.

La tienda se ubica en la planta baja de la casa familiar de Lucía: «A casa fixérona os meus bisavós e estaba parada, así que primeiro puxémola á venta pero non nos convencían as ofertas así que apostamos por conservar a vivenda». Para darle una salida, decidieron solicitar las subvenciones del GDR, con las que están reformando la planta baja. Será una tienda dedicada especialmente a los peregrinos en la que venderá productos de la zona, como vino de la Ribeira Sacra, panadería de O Incio, embutidos y quesos de Pasantes, miel de O Courel o bizcochos de Samos. La propia venta la acompañará con degustaciones de estos productos a base de platos más elaborados. Esta segunda línea será lo más innovador del local, que confía que tenga «un buen tirón», además de dar una segunda vida a la casa familiar, como explica Lucía.