La declaración de Bien de Interés Cultural entrañaría restricciones a actividades habituales
13 abr 2024 . Actualizado a las 20:40 h.Las cruces de cementerios parroquiales de Vilalba (Lanzós, Goiriz o Alba son algunos ejemplos destacados) forman un patrimonio singular que no pasa inadvertido a los forasteros. Los citados en segundo y en tercer lugar están al lado de la carretera N-634 y del Camino Norte, lo que sin duda ha ayudado a divulgar su imagen.
En alguna ocasión se ha sugerido la posibilidad de tramitar su declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), algo que de entrada parece suscitar adhesiones. Sin embargo, conseguir que esos elementos tengan protección no depende solo de lograr ese reconocimiento legal, que, por otro lado, entrañaría una serie de restricciones frente a prácticas que se realizan actualmente. Con ayuda de Eduardo Ramil, director del Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba (Mupav), en esta página se explican detalles sobre esos elementos.
¿De qué época son las cruces que abundan en algunos cementerios?
Fundamentalmente, del siglo pasado. Unas se construyeron en las primeras décadas, pero en la segunda mitad todavía seguían elaborándose.
¿Hay una abundancia de granito que explique su uso en esos elementos?
Más bien no. Hay algo en el este del municipio (parroquias de Román y de Carballido) y en el oeste (parroquia de Gondaísque), así como en el Monseivane, al nordeste del concello. En el zócalo del territorio vilalbés abundan más el esquisto y la cuarcita. Esos dos materiales también se usan en construcción, pero no se labran.
¿Hay un estilo local propio en las cruces de los cementerios?
Se trata más bien de una moda. El arte gótico tuvo un reaparición en el siglo XVII y volvió a ser tomado como estilo en el XIX: de hecho, hay cementerios de villas y de ciudades del resto de España -Comillas (Cantabria) es un ejemplo- donde está presente. Ramil dice no saber exactamente por qué esa moda llegó a Vilalba, aunque apunta la posibilidad de lograr un resultado más bien majestuoso con un trabajo relativamente sencillo: recalca que se trata de una labor de cantería, no de escultura.
¿Tienen actualmente algún grado de protección?
Sí. Entran en el ámbito de protección de las iglesias, e incluso, en algunos casos, forman parte del atrio. El ámbito de protección de las iglesias es de 100 metros.
¿Qué medidas deben tomarse en un plan general de urbanismo?
En un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) se detalla la protección. Lo normal sería trazar un entorno de protección alrededor del conjunto parroquial, y otro, además, más alejado. Los 100 metros deben entenderse como una medida estándar, que puede aumentar o disminuir según los casos.
¿Es necesario que sean declarados Bien de Interés Cultural?
Una declaración de ese tipo puede afectar directamente a situaciones cotidianas. Las consecuencias pueden alcanzar trabajos de mantenimiento, ya que será necesario pedir permiso, y entrañar restricciones: se puede prohibir, por ejemplo, el chorreo en los nichos. Lo lógico, si un camposanto recibe la declaración de Bien de Interés Cultural, es que se elabore un plan de usos para el recinto.
¿Qué consecuencias puede tener para los dueños la declaración ?
Para los dueños de nichos con esas cruces pueden derivarse restricciones. Pero hay también otro factor que debe atenderse: si en un cementerio hay nichos adornados con esas cruces y otros que no las tienen, los propietarios de nichos del primer grupo se verán perjudicados ante los otros, porque se les impondrán restricciones. Por otro lado, es lógico suponer que si un camposanto recibe la declaración de BIC, no se permita la construcción de más sepulturas aunque haya terreno disponible.
¿Qué elementos quedarían incluidos en la declaración?
Se presenta un dilema que debería aclararse desde el primer momento. Si un cementerio queda declarado Bien de Interés Cultural, ¿entran en esa declaración todos los nichos o solo las cruces construidas en una parte de ellos?
¿Hay que cuidar solo las cruces de los cementerios por su valor?
Hay más detalles que vigilar. En los atrios de las iglesias, por ejemplo, han desaparecido árboles y muros antiguos por trabajos de ampliación.