La Xunta compró edificios en mal estado, pero por ahora carece de planes concretos sobre su futuro
21 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Como en otros lugares de Galicia, en Vilalba funciona un plan de rehabilitación: comenzó a aplicarse la pasada década, y pemitió la mejora de edificios, que se completó con obras en espacios públicos. Como a otros sitios de Galicia, a Vilalba llegaron las iniciativas de viviendas de promoción pública para menores de 35 años: fue también en la pasada década y en la zona vieja, en la que se construyeron pisos aprovechando terreno situado entre las calles Mato Vizoso y da Roxeira.
A diferencia de otros lugares de Galicia, en Vilalba apenas se han aplicado iniciativas para instalar servicios en la zona vieja. El Auditorio, inaugurado en agosto de 1997, está al lado de la zona vieja, pero es un edificio de nueva planta. 30 años antes, a pocos centenares de metros de distancia, la torre de los Andrade superaba décadas de abandono y de falta de uso para convertirse en parador de turismo. Sin embargo, se trata más bien de excepciones en una zona en la que hay, aunque con diferencias y contrastes de unas calles a otras, actividad del sector privado.
Desde hace años, varios inmuebles en mal estado situados en la zona vieja de Vilalba son de la Xunta. La administración autonómica cerró operaciones de compra en dos lugares -el tramo inicial de la rúa das Pedreiras, frente al Auditorio Municipal, y la rúa do Sol-, aunque no ha dado más pasos hasta ahora.
Aunque su capacidad de actuación en estos casos es escasa y se limita prácticamente a formular sugerencias o propuestas, el gobierno local de Vilalba ha expresado en algún momento sus intenciones sobre posibles actuaciones en esos espacios. El alcalde, Agustín Baamonde, afirmó ayer que se había comentado con la Xunta la posibilidad de dedicar el terreno de la rúa das Pedreiras a aparcamiento, aunque la administración autonómica la descartó.
¿Hay, entonces, alguna posibilidad de uso para esos espacios? Tomando como referencia lo ocurrido en otras localidades más o menos cercanas, hay ejemplos que muestran cómo en una parte vieja se pueden instalar servicios públicos.
Un albergue
A finales del pasado verano la Diputación anunciaba que el edificio del Hotel Mirador de Mondoñedo, muy deteriorado tras años de abandono, se restauraría para convertirse en albergue. La ciudad episcopal cuenta ya con un edificio que da alojamiento a peregrinos: está situado en la zona de Alcántara, junto al edificio de los juzgados, y lo rehabilió la Xunta para ese fin en la pasada década, tras un acuerdo con la Venerable Orden Tercera, propietaria del inmueble.
Vilalba tiene albergue de peregrinos, aunque situado en Sete Pontes, junto al polígono, a un kilómetro y medio del centro. El Camino Norte pasa por la zona vieja de la capital chairega: entra por la Porta de Cima, sigue por la plaza de Santa María y baja hacia el río Magdalena.
Sedes municipales
Con fondos procedentes de la Xunta y del programa Leader Plus, en Ribadeo se invirtieron más de 300.000 euros en restaurar un edificio de la zona vieja para usos culturales. La casa natal del escritor José María Alonso Trelles (1857-1924) -conocido como El Viejo Pancho y admirado en Uruguay, adonde emigró- acoge hoy diversas dependencias municipales, todas relacionadas con el área de Cultura.
Al edificio, cercano a la Biblioteca Municipal, también se llevó el fondo bibliográfico donado por el escritor ribadense Daniel Cortezón (1927-200). Además, durante algún tiempo, el inmueble acogió la sede de la asociación local de comerciantes (Acisa), hoy trasladada a otro lugar.
Información turística
La oficina de turismo de Tui está situada en el casco antiguo de la ciudad, en la plaza de la catedral. El Concello de Vilalba acaba de acondicionar una nueva sede para la oficina de ese tipo en la planta baja de la Casa da Cultura, situada en la plaza de Suso Gayoso.
Llevarla a la zona vieja podría obligar a los usuarios a un desplazamiento algo mayor, pero a cambio estarían más cerca de buena parte de los alicientes históricos y patrimoniales de la localidad. La agrupación local de las Irmandades da Fala se constituyó en una casa de la actual calle de Valeriano Valdesuso. En la zona se puede recorrer el perímetro de la muralla medieval, que, por otro lado, carece de una señalización que indique, por ejemplo, dónde estaban las puertas. En esa parte de la villa se encuentran, con placas conmemorativas aunque con diferentes estados de conservación, las casas natales de escritores como Manuel Mato Vizoso, Antonio García Hermida o Carmiña Prieto Rouco.
Medidas de Cáritas
Cáritas tenía su sede local en la casa parroquial. Hace semanas, se estrenaron las nuevas instalaciones, que están situadas en la zona vieja. El edificio de la orden de María Mediadora, en Porta de Cima, acoge la nueva sede, en la que hay incluso una oficina de atención al público.