El centro sustituyó a las escuelas que funcionaban en el viejo campo de la feria de la localidad
03 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque la construcción ha sufrido un fuerte parón, en Vilalba se ve fácilmente cómo y dónde se llevó a cabo el bum urbanístico de años pasados. Pero antes hubo otra expansión, que extendió el casco urbano hacia el sur con la construcción de edificios que no eran de viviendas sino que se levantaron con otros fines.
El CEIP Mato Vizoso está celebrado sus cinco decenios de existencia, dos años después de que en otro centro docente, el IES Basanta Silva, se festejase un aniversario similar. Los dos están en la misma zona de la capital chairega, y los dos son consecuencia de unos tiempos en los que la población crecía y la educación iba cambiado. El colegio además fue el primer grupo escolar de la localidad, y con su construcción pasaron a la historia las escuelas de la parte alta del campo de la feria: el edificio desapareció, los árboles se talaron, y la zona, hoy Praza da Constitución, está presidida y definida por el edificio de la Casa do Concello.
Manuel Castro Santamariña, actual director, está al frente de un equipo de 26 profesores y de cinco miembros de personal no docente. En la actividad cotidiana del centro hay que ocuparse de cuestiones como el funcionamiento del comedor, de donde salen unos alumnos que luego tienen, todos los días, actividades extraescolares. En medio de esos quehaceres, Castro Santamariña recuerda que el centro está directamente emparentado con la Ley General de Educación (1970), de la que surgió la Educación General Básica (EGB), vigente durante décadas. La ley, dice, supuso un aumento de la calidad educativa, pero también tuvo otras consecuencias: «Desarraigou aos nenos da súa contorna», afirma.
La historia del centro, especialmente la de quienes pasaron por sus aulas en estos años, puede verse en detalle dando un paseo por los pasillos. Decenas y decenas de imágenes, agrupadas según los temas, permiten observar cómo el aprendizaje recibido en las aulas se completó con actividades muy variadas, realizadas dentro y fuera del colegio: celebraciones y excursiones permitieron a los alumnos compaginar la formación con el ocio.
Por el colegio, además, pasaron destacados vilalbeses cuya memoria se conserva nítidamente: por ejemplo, al centro acudió alguna vez el escritor Agustín Fernández Paz, que no muy lejos del colegio es recordado con un monolito.