Operación río limpio en Vilalba

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

VILALBA

ALBERTO LÓPEZ

El Concello persigue la limpieza del Magdalena de Os Freires al Muíño do Rañego

17 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Vilalba confía en que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil realice próximamente una serie de actuaciones en el cauce del Magdalena. Las propuestas de la administración local ya fueron trasladadas ese organismo, y en próximas semanas se tendrá información sobre si se llevan a cabo a corto plazo o no.

Una de las medidas previstas por el Concello es la limpieza del río en el tramo comprendido entre Ponte dos Freires y el Muíño do Rañego, por cuyas márgenes discurre el paseo fluvial. A principios del verano se realizó la limpieza de un tramo mucho menor, entre el puente de A Magdalena y el parque acuático. Fue una actuación incluida en las operaciones habituales antes de que el área recreativa y la playa fluvial empiecen a recibir usuarios con motivo de la temporada estival.

Como manifestó en días pasados la alcaldesa, Elba Veleiro, la limpieza no se limitará al cauce sino que afectará también al entorno. Un informe encargado por el Concello recoge que unos 150 árboles están secos o cerca de secarse, por lo que resulta necesaria alguna actuación que la institución municipal no puede llevar a cabo por su cuenta. Lo que sí se realizó, hace varias semanas, fue la retirada de un árbol que estaba caído en un tramo del paseo fluvial.

También se necesitará la intervención de otra administración para resolver una de las graves carencias que afectan al río Magdalena a su paso por los alrededores del casco urbano. Las deficiencias de la depurdora se arrastran desde hace años, y las consecuencias se notan en cuanto llueve, sin necesidad de pecipitaciones importantes. El agua no se depura en su totalidad y llega al cauce sin haber pasado por un tratamiento, con los consiguientes efectos: la muerte de truchas se ha registrado en más de una ocasión.

Ya en la pasada década se planteó la posibilidad de construir un pozo de tormentas para retener el agua que en momentos de intensas lluvias no se pudiese tratar en la depuradora. Tras años de polémicas, presentes incluso en plenos, la medida que ahora se estima correcta sería la separación de aguas pluviales y residuales en algunos puntos del casco urbano. Esa solución parece también satisfactoria para el actual gobierno local, como explicó Veleiro, después de que el anterior ejecutivo también acabase mostrando su intención de conseguir esa obra.

En otros municipios cercanos, como Guitiriz, sí se llegó a construir un pozo de tormentas. La obra formó parte del saneamiento del río Forxá, y el presupuesto, cercano al millón de euros, se cubrió con fondos de la Confederación Hidrográfica, de la Diputación y del Concello.

Unos 150 árboles del paseo fluvial están en estos momentos secos o cerca de secarse

Las deficiencias de la depuradora obligan a buscar una solución a los vertidos