Las instalaciones acabaron siendo un estadio que incluyó pistas de atletismo
09 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Un campo de fútbol con gradas a ambos lados y con pistas de atletismo entre el terreno de juego y los asientos de los espectadores. Puede pensarse en un recinto propio de una ciudad cuya población se cuenta por decenas de miles de habitantes; pero Vilalba, con un censo que no llega a los 15.000 vecinos, tiene esas instalaciones desde hace años.
El que llega al campo de fútbol necesita andar solo unos pocos centenares de metros para ver que se encuentra en una zona de diversas instalaciones de ocio: las pistas de tenis, la piscina cubierta y la playa fluvial forman parte, como el estadio, del mismo conjunto, que hace 40 años empezaba a dar los primeros pasos.
En 1981, entre los planes de la corporación municipal de Vilalba estaba la construcción de un campo de fútbol. El Concello, del que entonces era alcalde José María García Leira, afrontaba la creación de un conjunto de ocio en la zona de A Magdalena, con el campo de fútbol como una de sus instalaciones: la playa fluvial o las pistas de tenis entraban también en ese proyecto, como explicaba el regidor vilalbés en La Voz de Galicia.
El Concello estaba dispuesto a aportar fondos para la obra así como los terrenos, pero contaba con recibir ayuda de la Federación Galega de Fútbol para el proyecto. La obra se ejecutó, pero con un ritmo mucho más lento que el de otras infraestructuras creadas en esa misma zona. En agosto de 1988, aún estaban en marcha las obras, y García Leira confiaba en lograr colaboración económica de la Xunta. No obstante, el tiempo pasado desde que se anunció la primera compra de terrenos también ayudó a cambiar los planes iniciales, proyectando en esa zona un amplio complejo deportivo.
En febrero de 1989 se anunciaba que se preveía construir un estadio en la parte alta de A Magdalena, con campo de fútbol y con pistas de atletismo. Ya con Agustín Baamonde de alcalde, el año 1992, que revolucionó el deporte español con los juegos olímpicos de Barcelona, dejó también en Vilalba una huella visible: en agosto de ese año se inauguró por fin el estadio, en el que un partido amistoso Lugo-Celta fue el primer espectáculo sobre el césped.
Al campo se mudó el Racing Vilalbés, que en la temporada 1991-92 había ascendido a Tercera División. El equipo compite actualmente en esa categoría y en A Magdalena ha disputado dos promociones de ascenso a Segunda B. En el histórico estadio Roca, propiedad del club, aún juegan los equipos de las categorías inferiores, que junto al estadio tienen un campo de entrenamiento. Además el campo inaugurado en 1992 ha sido escenario de preparaciones de pretemporada de clubes profesionales.
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