Cannabis medicinal, 20 años después

Sandra López

MERCADOS

LUIS ROBAYO | Afp

Tras un largo proceso legislativo, el Gobierno colombiano otorga la primera licencia para producir marihuana terapéutica, un negocio que moverá dos mil millones de dólares al año

24 jul 2016 . Actualizado a las 12:25 h.

Veinte años después de aprobarse la ley que permite la producción, distribución y comercio de la marihuana con fines medicinales, el Ministerio de Salud de Colombia otorgó a finales del mes pasado la primera licencia para fabricar cannabis y derivados para aliviar enfermedades.

Y es que, aunque el marco legal se remonta a 1986, no fue hasta diciembre del año pasado cuando el Gobierno, a través de un decreto, legalizó el uso medicinal y científico del esta droga, que obtuvo luz verde definitiva con la aprobación en mayo del reglamento correspondiente.

Y es que, en un país donde el cultivo y consumo de la marihuana es tan sensible, se analizaron todos los escenarios antes de proceder a la aprobación final. «Para poder garantizar el control del cannabis se creó un sistema de licencias divididas en cuatro: de posesión de semillas; de cultivo; de producción y fabricación de derivados y una licencia de exportación» explica a La Voz Juan Diego Álvarez, asesor del Ministerio de Salud.

«Como sistema de control, todos los cultivos tendrán una predestinación o una preselección definida a un laboratorio», añade. Esto determina que primero hay que tener una licencia de producción para establecer qué cantidad de plantas serán necesarias y después el cultivador podrá solicitar su propio permiso.

Álvarez precisa que no hay límite en el número de licencias que se podrán otorgar. Actualmente, hay ocho empresas que aspiran a una, de las que cuatro son nacionales y otras cuatro extranjeras, entre ellas una española cuyo nombre no quiso revelar por estar «dentro de la reserva del expediente».

El asesor del ministro dice que el reglamento sobre la producción se completará con otra ley que regulará el uso de la marihuana con fines medicinales, que fue aprobada por el Congreso en mayo y que está pendiente de ser sancionada por el presidente Juan Manuel Santos. «El nuevo proyecto permite cobrar por las licencias y tener un esquema unificado entre los ministerios de Justicia y Salud para definir multas y sanciones», asegura.

Y aunque, como señala a La Voz el autor de la reciente Ley, el senador Juan Manuel Galán, «el objetivo principal de esta iniciativa es que millones de personas que sufren dolores, epilepsia, diabetes, esclerosis múltiple, fibromialgia o artritis puedan encontrar una esperanza de aliviar el dolor y mejorar su calidad de vida gracias a la marihuana medicinal», también se espera que esto redunde en «más empleos, mayor bienestar para las comunidades y municipios donde esta industria tenga su asiento». Galán estima que en los próximos años el negocio de la marihuana medicinal en Colombia podría alcanzar los dos mil millones de dólares al año.

las empresas pioneras

Superada esa yincana legislativa que se ha prolongado por casi dos decenios, la empresa colombo-canadiense PharmaCielo será la que abrirá el camino en un negocio que le permitirá a Colombia ingresar al emergente mercado global de la controvertida planta. Su presidente y director general, Jon Ruiz, sin dar cifras, anunció que su meta es convertirse «en los mayores proveedores de extractos de aceites de cannabis cultivado naturalmente. Y no hay mejor lugar para hacer esto que en Colombia».

También celebra la medida Julián Caicedo quien, a través de su empresa Anandamida Gardens, realiza desde hace quince años investigaciones con cannabis y desde hace dos produce extracciones para personas enfermas. «Nuestro trabajo nunca fue ilegal pero debió ser muy artesanal por las limitaciones que impone la ley de 1986. Pese a ello, atendemos a unos mil pacientes», asegura, para añadir que solicitará su respectiva licencia y que no teme la competencia de las multinacionales: «Nosotros tenemos una red humana, con calidad y calidez en la relación con el paciente, porque amamos a la planta y entendemos de la relación milenaria que tiene con el humano», presume.

Una empresa española, entre las que piden permisos. Hasta el momento, ocho empresas han solicitado licencia para producir derivados medicinales del cannabis en Colombia, entre ellas una de origen española.