Cataluña pierde 6.700 millones de PIB por la fuga de empresas

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

Robin Townsend

Dejaría de ser la comunidad más rica de España, adelantada por Madrid, que es junto a Valencia la región más beneficiada por los traslados de sede

22 oct 2017 . Actualizado a las 15:09 h.

La tensión generada por el desafío independentista, que se ha traducido en una sangría continua de compañías que trasladan sus sedes sociales fuera de Cataluña, habría destronado a esta comunidad como la más rica de España. Así lo asegura un estudio del economista David Veredas, profesor en la Vlerick Business School, que detalla el coste de esa fuga de empresas en términos de producto interior bruto. Según su cálculo, que toma como base el resultado antes de impuestos de medio centenar de compañías que han trasladado su sede, el impacto en términos de riqueza superaría los 6.700 millones de euros anuales. Una estimación que no tiene en cuenta el impacto por la salida de centenares de pymes (ya son más de 900 los traslados de empresas, según los registradores), pero que según Veredas supondría un recorte del 3,18 % en el PIB catalán.

Aunque el cálculo del producto interior bruto es más complejo e incluye otros factores, la primera aproximación de este economista estima que la contribución de Cataluña a la riqueza total de España pasaría del 19,025 % al 18,421%. Por contra, Madrid, a donde se han trasladado las sedes de gigantes del Ibex como Abertis o Gas Natural Fenosa, ve crecer su aportación al PIB nacional del 18,926 al 19,288 %, lo que la situaría como nueva locomotora económica de España. Sin embargo, no es la más beneficiada en términos relativos: esa posición le corresponde a la Comunidad Valenciana, cuya riqueza se dispara más de un 2,5 % por la mudanza a la región de los dos principales bancos catalanes: CaixaBank y Sabadell.

¿Y Galicia? Aquí el resultado es casi neutro, ya que solo hay un traslado y su volumen no provoca casi variaciones en el PIB autonómico.

Veredas matiza que el cálculo es parcial porque no toma en consideración otros elementos necesarios para determinar el PIB.

Por ejemplo, faltan por cuantificar los efectos sobre el turismo, un sector clave en la economía catalana. De momento, Exceltur, la patronal del sector, estima que la caída de las reservas en este cuarto trimestre puede ser superior al 20 % que habían previsto inicialmente y las pérdidas, en consecuencia, también mayores. Si en el escenario inicial calculaban un roto de casi 1.200 millones de euros en solo tres meses, en uno agravado, con más tensión en la calle y desplomes de hasta el 30 % en la actividad, el impacto negativo rozaría los 1.800 millones. Y ahí, a diferencia de lo que ocurre con las empresas, no estamos ante un juego de suma cero, en el que se pueda presuponer que esa riqueza la asumirán otras comunidades españolas, ya que el turista puede optar por viajar a otro país.

Por eso, el impacto en la economía española es inevitable. Según los cálculos de la Autoridad Fiscal Independiente, si la crisis se resuelve con rapidez el quebranto podría limitarse a unos 4.000 millones, cuatro décimas del PIB, aunque el roto podría triplicarse si la situación se enquista, con una merma del consumo, especialmente por el aplazamiento de las grandes decisiones de compra.