Las grandes fortunas de «Forbes» dedican importantes sumas de dinero a obras filantrópicas. La educación, la salud o la erradicación de la pobreza son los temas que más les preocupan
21 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las cuentas corrientes más engrosadas del mundo decidieron ya hace tiempo utilizar parte de su dinero para llegar allí donde el sistema y las administraciones públicas no podían o no querían llegar. Los más ricos entre los millonarios invierten cada año una interesante parte de su dinero en acciones filantrópicas de lo más variopinto. Desde investigaciones para mejorar la salud hasta la construcción de edificios con los que aumentar los índices de escolarización en los lugares más desfavorecidos pasando por el medio ambiente. Bill Gates, Warren Buffet, Jeff Bezos, Amancio Ortega y el resto de personalidades que copan los puestos de salida de la archiconocida lista de Forbes firman cada año cheques con cifras nada discretas destinadas a mejorar la vida de los que no han tenido tanta suerte como ellos.
«Melinda y yo empezamos a fijarnos en la mortalidad infantil hace más de 20 años. Habíamos hecho un viaje a África, y aunque íbamos a ver safaris, nos quedamos impactados con la pobreza. Nos ponía enfermos que millones de niños estuvieran muriendo de diarrea, neumonía y malaria», así justificaba Bill Gates -cuyo patrimonio asciende a los 86.000 millones de dólares según Forbes- la creación hace ya años de la fundación que comparte con su mujer Melinda Gates, una entidad con la que el creador de Microsoft ha donado más de 27.000 millones de dólares. Todo este dinero va a parar a proyectos que tengan como principal objetivo el desarrollo agrícola, la creación de bibliotecas o la pobreza.
Los Gates cuentan con ayuda en su fundación. La tercera pata de este ambicioso proyecto la ocupa Warren Buffet, magnate financiero y segunda fortuna más abultada del mundo, con una cartera que guarda 75.600 millones de dólares según Forbes. Un estudio de la consultora especializada Wealth-X calcula que Buffet ha aportado a la filantropía el equivalente al 35 % de su fortuna a lo largo de toda su vida, o lo que es lo mismo, 21.500 millones de dólares. El inversor americano decidió vincular en el 2006 el 85 % de su riqueza a la fundación Bill y Melinda Gates y en numerosas ocasiones se ha pronunciado a favor de que los bolsillos más abultados paguen impuestos acordes a sus posibilidades.
Algo menos generoso que los Gates y que Buffet es Jeff Bezos, fundador de Amazon y tercera fortuna del mundo con un patrimonio que supera los 72.000 millones. El empresario, que disfruta invirtiendo sus billetes en ostentosas mansiones y en proyectos espaciales, es poco aficionado a la filantropía, una circunstancia que le ha valido numerosas críticas por parte de sus colegas. El dueño del gigante de ventas online regala 4.500 plátanos al día por las calles de Seattle y recientemente ha anunciado que realizará una donación de 33 millones de dólares para financiar mil becas para los conocidos como dreamers en EE.UU., jóvenes inmigrantes indocumentados que ingresaron en el país acompañando a sus padres y que han crecido y vivido en un lugar que prácticamente no les da posibilidades para el futuro.
El dueño del imperio Inditex es el único millonario con acento español que se encuentra entre la flor y nata de la lista Forbes. Amancio Ortega también destina una importante parte de su fortuna -estimada en 71.300 millones- a ayudar a los demás. A través de su fundación ofrece becas de estudio a miles de jóvenes, financia la construcción y mantenimiento de residencias, colegios y guarderías y el año pasado realizó una donación a la sanidad pública española de 320 millones para renovar los equipos oncológicos.
La donación de Mark Zuckerberg -cofundador y consejero de Facebook- a causas benéficas tampoco pasa desapercibida. Este americano de 33 años anunció en el 2015 la puesta en marcha de una organización a la que traspasará a lo largo de su vida el 99 % de sus acciones en la famosa red social. Con este dinero pretende «avanzar en el potencial humano y promover la igualdad». Zuckerberg ha hecho además numerosas donaciones para llevar Internet a zonas remotas, para luchar contra la epidemia del ébola o para la investigación de enfermedades consideradas raras.