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El kilovatio que abarata el bitcoin

Héctor Estepa
Héctor Estepa CIUDAD DEL ESTE / LA VOZ

MERCADOS

cedida

Paraguay se ha convertido en la meca de los mineros de esta criptomoneda gracias a los bajos precios de la energía y la apuesta del Gobierno por esta tecnología

07 jun 2019 . Actualizado a las 12:43 h.

Ciudad del Este, enclavada en territorio paraguayo, justo en la triple frontera con Argentina y Brasil, es a las cinco de la tarde un caluroso hervidero de personas que deambulan entre sus altos edificios. Las altas temperaturas de la ciudad podrían elevarse aún más, creen algunos, debido a las al menos 20.000 máquinas de minería de bitcoin que ya existen allí, y que consumen ingentes cantidades de energía, produciendo mucho calor.

Si algo abunda en Paraguay es electricidad, y por eso son cada vez más quienes consideran al país sudamericano como una de las mecas para establecer las computadoras que brindan poder de procesamiento a la red de bitcoin, cuyos dueños son recompensados con unidades de dicha divisa digital. «Lo que nosotros principalmente necesitamos es electricidad, y aquí su precio es muy bajo. Empezamos en el 2013 y el negocio continúa yendo muy bien porque el Gobierno está siempre hablando con nosotros para saber cómo podemos trabajar juntos», comenta a La Voz de Galicia Rocelo López, minero brasileño de bitcoin establecido en Ciudad del Este con su firma Stratum.

López posee unas 6.000 máquinas con las que ha llegado a producir 8,3 bitcoins al día, es decir, unos 32.700 euros al cambio actual (3.945 euros por cada criptomoneda), pero que llegaron a ser más de 120.000 euros en diciembre del pasado año. Su margen de ganancia, descontado el coste operativo por el precio de sus carísimos equipos y el gran consumo eléctrico, puede llegar a ser hasta diez veces mayor en Paraguay que en su país, Brasil.

El motivo, además de la política de bajos impuestos de Paraguay, es la presa de Itaipú, una infraestructura compartida, a medias, con Brasil, que está considerada como la hidroeléctrica más productiva del mundo. La energía producida por Itaipú se divide 50-50 entre los dos países, pero Paraguay es un Estado poco industrializado y que no necesita tanta electricidad, vendiendo su excedente a Brasil a precios favorables y manteniendo unas tarifas eléctricas que están entre las más bajas del mundo.

El kilovatio hora en Ciudad del Este vale menos de tres céntimos de euro, mientras que en España la tarifa por defecto era esta semana de casi 13 céntimos. «Paraguay es un país en vías de desarrollo que en los últimos años ha registrado un crecimiento muy interesante, principalmente debido al sector primario. La industria cripto puede ser una buena oportunidad para el país de ingresar de manera mucho más agresiva en las industrias 4.0, y empezar a ser un país predominante en esa nueva economía», cree Manuel Beaudroit, jefe de la oficina de márketing de Bitex, una empresa argentina que provee servicios financieros de bitcoin.

Alto potencial

Beaudroit cree en la moneda digital a pesar de que su valor ha caído en los últimos meses, desde los 15.000 euros que valía una unidad en diciembre del pasado año hasta los 3.854 euros actuales. Solo en los últimos 30 días la cotización del bitcoin se ha desplomado en casi 2.000 euros por unidad. «No hay que olvidar que el bitcoin, aunque es un nuevo tipo de activo y muy volátil, supone la primera vez que contamos con una tecnología que es dinero nativo de Internet. Las implicaciones que puede suponer a futuro son enormes. En mi opinión, todavía no hemos visto ni el 1 % de lo que esta tecnología puede generar en la economía», expone.

«Desde el punto de vista especulativo, el bitcoin y las criptomonedas en general no se comportan de la misma manera que un activo tradicional, lo que supone que aumente el riesgo en los momentos que los mercados van a la baja, y viceversa», aclara el experto. Así las cosas, el descenso en el valor del bitcoin preocupa a mineros de los países donde más se produce la divisa, como China, Venezuela o Canadá.