Es la segunda generación de una empresa familiar pero global.
-Se definen ustedes como una empresa honesta.
-Son nuestros clientes, proveedores y la sociedad quienes nos deben definir. Hemos actuado siempre de la mejor forma que hemos sabido y podido, invirtiendo en tecnologías altamente sostenibles y seguras para nuestra gente.
-Una empresa familiar, que lo sigue siendo, pero con una dimensión y un alcance internacional.
-Todos en Pontevedresa Group somos una familia que poco a poco ha ido creciendo pero mantenemos el espíritu del primer día, preservando nuestra vocación de servicio, calidad y cuidado en cada detalle allí donde vamos.
-¿Cómo afecta la competencia de países como China a una compañía que apuesta por la innovación desde Galicia?
-A nosotros nos hacen mucho daño, pero a nuestros clientes industriales y profesionales de siempre también. Es como jugar un partido sin reglas ni arbitro, donde todo vale. Aunque poca gente lo valore, nosotros junto a muchos de nuestros clientes, podemos estar orgullosos de seguir haciendo todo aquí incluso también la materia prima.
-En sesenta años de historia han tenido varios hitos en innovación, desde aquellos espejos patentados en 1960. ¿Qué espera de los próximos sesenta años para la empresa?
-Esperamos seguir entusiasmando con materiales vítreos de alto valor añadido. Es muy difícil anticiparse a la Pontevedresa Group de 2079, pero seguro que seguiremos hablando de economía circular y sostenibilidad porque quedarán cosas por hacer.