El «contract» ya tiene acento gallego

MERCADOS

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El negocio de la construcción de espacios para hoteles, restaurantes o cadenas de retail está llevando a muchas empresas de Galicia, cada vez mejor consideradas, a internacionalizar sus actividades y a encargarse de proyectos que llegan hasta Roma o Miami

10 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Plantas de hoteles de Miami que se construyen en Mesía o soluciones solares hechas en Moraña a partir de hilo. El sector del contract pisa cada vez más fuerte dentro y fuera de Galicia. Aunque poco conocido, este mercado da servicios de diseño y fabricación de espacios para todo tipo de clientes, aunque hoteles, restaurantes y negocios de retail son los que más reclaman estos trabajos para cuidar al máximo la apariencia de sus locales. En territorio gallego ya son muchas las empresas que, poco a poco, han ido creciendo hasta llegar a trabajar con proyectos de primer nivel al otro lado del Atlántico.

«Que fai a xente cando ten o formigón? Pois necesita solos de madeira, mobles para lugares concretos e habitacións dunha certa maneira. Aí entramos nós con fabricacións específicas», explica Santiago García, Adjunto a la Dirección General de la empresa Ramón García, una sociedad con centro logístico en Ordes, una fábrica en Mesía desde la que sirven a toda Europa y otra en México con la que cubren el mercado del Caribe y Latinoamérica. Recientemente, tras la alianza Ramón García-Sutega, se han asentado en Miami para ampliar sus negocios. «Nos proxectos podemos entrar de dúas maneiras: podemos fabricar o que nos pida o deseñador do cliente ou tamén ofrecer un paquete integral partindo da nosa propia oficina de deseño», describe García, que destaca lo bien considerados que están los gallegos por las empresas extranjeras debido a la buena fama de «traballadores e cumpridores». Esa reputación permite que firmas como la suya, en plena expansión, entren poco a poco en mercados como el americano, que «é moi caro, polo que sempre buscan alternativas ás dúas empresas que o fan todo alí», cuenta Santiago García, con intención de posicionar su marca como una opción fiable y distinta.

En cuanto a la diferenciación, uno de los puntos fuertes del sector del contract en Galicia es su vinculación con el sector forestal. Las construcciones con madera están cada vez mejor valoradas en el mercado y aquellas empresas con un catálogo que incluya este tipo de soluciones ganan peso respecto a sus competidores. En proyectos así está Ramón García, que cuenta en su haber con construcciones como la del hotel The Ritz-Carlton Residence de Miami. Allí se encargaron de dos plantas y para algo así necesitan alrededor de un año, puesto que entre el diseño, la construcción en Mesía y el envío en contenedores desde Ordes hace falta tiempo. «Todo é a medida e especial. Ata que tes o plano final pasan moitas chamadas e reunións co cliente», asegura su Adjunto a la Dirección, que subraya la importancia de «ter empatía e darlle confianza a un tipo de cliente que, moitas veces, quere que fagas realidade os proxectos que aínda non saben que queren».

Movilizar grandes equipos para el montaje es otro de los retos que enfrenta este sector. Los clientes no siempre contratan en proximidad y fuera de Galicia, por ejemplo, Ramón García viene de hacer la tienda de Carolina Herrera más grande en Italia, en Roma, para la que se llevó a su propio personal, salvo algunas partes que se contrataron allí. Con su alianza con Sutega emplea a unas 1.000 personas, todo ello sin contar los empleos indirectos que genera, al igual que hacen otras marcas con ADN gallego. Una de ella es Vertisol, con 200 empleados entre su fábrica en Moraña, su sede en Granollers y su showroom, en el que exponen sus soluciones, en Madrid. «Nosotros somos principalmente una empresa textil que hemos ido evolucionando con los años», explica Zuleika Toscano, la Sales Manager de Vertisol. De hacer tejido técnico en su origen pasaron a proponer soluciones textiles para los proyectos. El hilo es uno de sus puntales y todas sus materias primas las producen ellos: desde el tejido hasta el acabado final. «Cuidamos al máximo la producción y hacer nuestro material nos permite estar muy a la vanguardia», apunta Toscano, que pone en valor su filosofía sostenible y señala que su forma de trabajar les permite tener el reciclaje muy presente. «Buscamos materiales más sostenibles, eficientes, funcionales y queremos cuidar de la salud del usuarios y del medio ambiente», añade.

En su caso, el hilo les permite ofertas productos pensados para la protección solar, recubrimientos de suelos o soluciones acústicas, y aunque también trabajan con hoteles, restauración o marcas de ropa con grandes tiendas, la Sales Manager de Vertisol aclara que el contract también está presente en ideas más pequeñas. «Al final es relativo qué tan grande es un proyecto», afirma.

Más de 100 países

A principios del pasado diciembre se celebró la X Semana Internacional Contract Galicia, con presencia de empresas del campo para intercambiar ideas acerca del sector. Uno de los asistentes fue el vicepresidente económico y conselleiro de Economía, Francisco Conde, que puso en valor la apuesta por la innovación y la búsqueda de nuevos mercados por parte de los gallegos, a los que se refirió como referentes internacionales en este campo. Además, Conde destacó algunos datos sobre la dimensión de esta clase de negocios: el contract llegó a más de 100 países con 10.000 proyectos en 800 ciudades del mundo. En cuanto a las zonas de negocio, el conselleiro recordó que Estados Unidos es el primer mercado a nivel mundial, mientras que Latinoamérica continua siendo la región con mayor desenvolvimiento e implantación para las actividades gallegas.

Con su intervención, Francisco Conde quiso trasladar el apoyo de la Xunta a este sector y hacerlo extensible también a la propia industria forestal, una de las palancas sobre las que se puede impulsar. En este sentido, Conde quiso destacar cuatro proyectos que optan a los fondos europeos de recuperación y que se centran en la promoción de las construcciones o renovaciones en madera, el arranque de un laboratorio de nuevos materiales, el fomento del ecodiseño y la ecoinnovación o el impulso a la digitalización del negocio forestal, que de ser seleccionados movilizarían unos 38 millones de euros.