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Los productores del país, que cultivan la variedad más demandada por las grandes cadenas multinacionales, denuncian la poca rentabilidad de las plantaciones por los bajos ingresos
16 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.A los cafeteros guatemaltecos no les sale a cuenta producir la variedad de grano preferida por las grandes cadenas de la industria. Lo que ingresan no es suficiente para cubrir el ingreso mínimo vital, tal y como ha denunciado la organización que representa a los productores del país centroamericano. Muchos pequeños y medianos agricultores operan a pérdidas en el segundo mayor exportador de café de Centroamérica, después de Honduras, país donde también hay el mismo problema. Arábica es la variedad preferida por multinacionales como Starbucks, que considera el grano guatemalteco como una «piedra angular de la calidad». El precio de un saco de 60 kilogramos de este tipo de café se cotiza en el mercado internacional a entre 170 y 190 dólares estadounidenses, pero es producido en Guatemala a un coste de entre 190 y 230 dólares, según un reciente artículo de la agencia Bloomberg. Una ruina, sobre todo para los pequeños y medianos agricultores, que suponen la práctica totalidad de los productores del país.
Son varias las causas de esa pérdida de rentabilidad. La variedad se cotiza a la mitad de precio que hace una década. La principal causa de ese descenso es la irrupción en el mercado de los productores brasileños, que han hecho subir la oferta, lo que ha bajado los precios y desatado una competencia feroz. Tanto es así, que la cotización de la variedad Arábica bajó en el 2019 al nivel que tenía 14 años antes. Descenso impulsado, sobre todo, por el espectacular crecimiento del café brasileño. A esto hay que sumar el incremento de los los costes de producción, y uno de los principales factores es el cambio climático, apuntan los responsables del sector. Numerosos temporales se han sucedido en Centroamérica entre prolongados períodos de sequía. Solo este año la región ha sido golpeada por dos de los mayores huracanes de su historia reciente, Eta e Iota que, además de destruir cosechas acabaron con numerosas vías de acceso a los territorios de plantación, dificultando el suministro.
El cambio climático está afectando profundamente a la rentabilidad de la agricultura centroamericana en general, y es uno de los principales factores de la masiva migración a EE.UU. que se ha presentado en los últimos años, según los analistas. Parte importante de quienes formaban parte de las recientes caravanas migrantes rumbo al norte eran campesinos. Por otro lado, el sector café ha sido también afectado por la Roya, una enfermedad causada por un hongo y que se ha propagado rápidamente. Prepararse ante su llegada, y combatirla, ha exigido grandes inversiones para los productores. Los países consumidores y las grandes marcas saben que la producción de Arábica es insostenible en muchos lugares. EE.UU. ha dado ayudas al sector, en los últimos tiempos bajo la amenaza de retirarlas si países como Guatemala, Honduras o El Salvador no luchan contra las caravanas de emigrantes. Y empresas como Starbucks también subsidian, de alguna manera, las plantaciones. La gigante estadounidense de cafeterías paga a parte de los productores un precio superior al de mercado.