
De raíces toledanas, nació en Madrid y desde 2005 vive en A Coruña, donde fundó, con dos socios, una empresa de consultoría, desarrollo web, comercio electrónico e inteligencia artificial llamada Ivory Soluciones. A raíz de la pandemia ha creado La ruta roja, que ofrece servicios de márketing digital a pequeños negocios
21 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Su familia es de un pueblo toledano, Consuegra, pero ella nació en Madrid, hace 46 años, y vivió en distintas ciudades debido al trabajo de su padre. Esther Moraleda, licenciada en Informática de Gestión por la Universidad de Oviedo, inició su vida laboral en la empresa IBM, en Madrid, y en 2005 se trasladó a A Coruña con su pareja, gallego. Allí creó, con dos socios, Ivory Soluciones, una firma de consultoría, desarrollo web, comercio electrónico e inteligencia artificial. Arrancaron con buen pie, antes de la gran recesión, y ahora están viviendo «el tsunami» del comercio en línea.
-¿Cómo surgió la empresa?
-Los que luego serían mis socios tenían una empresa de eventos deportivos para empresas y necesitaban una parte de desarrollo web donde se gestionasen las competiciones. Por ahí empezamos. El primer proyecto que hicimos fue la web del 150 aniversario del BBVA, para comunicar los valores de la empresa, la cultura corporativa... Estrenarse así es nacer con una flor. Y el segundo fue con Viajes El Corte Inglés. Era el año 2006, una época en la que se empezaban a hacer cositas web, aún no habían surgido las redes sociales. Eran tiempos precrisis y nacimos con un nivel de trabajo y con clientes potentes. Ahora sería inviable empezar así, porque todo se ha profesionalizado mucho, por temas de seguridad informática...
-¿Qué plantilla tiene?
-A los seis meses de empezar ya teníamos tres informáticos, ahora somos 13 personas, entre plantilla fija y colaboradores estables
-¿Qué trabajo realizan ahora?
-Hacemos proyectos de soluciones a medida para grandes empresas. Desde hace dos años somos business partner (socio de negocios) de IBM, que nos provee de toda su potencia en inteligencia artificial. El año pasado, con una empresa de formación de idiomas, de la mano de IBM, desarrollamos un proyecto disruptivo en el sector, aplicando técnicas de inteligencia artificial para que la experiencia de usuario resulte más amigable, mediante asistentes virtuales.
-En 2006 apenas se hablaba de inteligencia artificial, y hoy se asocia a grandes empresas.
-Como concepto llevaba muchos años en los laboratorios de las grandes empresas, pero no existían máquinas con capacidad suficiente para procesar la información. Ahora sí. Lo bueno de la tecnología es la democratización que está sufriendo, también la inteligencia artificial, ya la tenemos todos en nuestro móvil. Tenemos una clienta, educadora canina, que pasa cinco horas al día contestando preguntas a través de las redes sociales y el correo, y le vamos a entregar un bot (asistente virtual) capaz de responder de forma automática, salvo algunos casos concretos.
-Acaban de dar otro paso.
-Sí, hemos creado La ruta roja, otra marca dentro de la misma empresa. Trabajando para marcas pequeñas y medianas que hacían el salto a la tienda en línea nos dimos cuenta de que había un descalabro grande con el márketing. Montaban su tienda en línea y luego no sabían qué hacer con ella. Nosotros les ofrecemos ese acompañamiento, un soporte de márketing digital.
-Por efecto de la pandemia.
-Sí, el año pasado se vivió un bum. En la parte de Ivory, hubo un parón de grandes proyectos porque las empresas no sabían lo que iba a pasar. En cambio, hubo un bum, un tsunami de proyectos de comercio electrónico para pequeñas y medianas empresa. Todo el mundo quiere subirse al carro, pero no todo el mundo está preparado. No basta con dar un servicio de desarrollo web, hay que diseñar una estrategia digital, un análisis de marca, en qué canales tienes que estar presente, si tienes que invertir en redes... No es crear la página web y empezar a vender. Nuestra idea es ‘si tú eres un emprendedor, céntrate en tu negocio, deja que nosotros seamos tu equipo de márketing, tecnología y diseño'.
-Muchas no podrán pagárselo.
-Lógicamente, una empresa pequeña no se puede permitir un departamento de márketing y tecnología, pero sí un colaborador externo que le preste esos servicios. Trabajamos con presupuestos anuales, una estrategia anual, porque el posicionamiento de marca y de negocio es un trabajo muy de picar piedra y de resultados a medio plazo.
«En una tienda en línea, sin una estrategia digital es imposible, pierdes el dinero»
A. F. C.
Durante la carrera, Esther Moraleda era una de las diez alumnas de una clase de 120. «Este sector siempre ha estado totalmente masculinizado. De hecho, no conozco otra empresa de tecnología en España creada por una mujer, aunque puede que la haya», comenta. Pero ni en los estudios ni en su vida laboral se ha sentido discriminada. «Siempre me he visto muy igual a un hombre, en las prácticas estaba rodeada de hombres y empecé a trabajar con un equipo de hombres», señala. Como directora general, es la máxima responsable. «Y nunca me ha dicho nadie ‘ponme al encargado´, como sí les ha pasado a otras mujeres responsables de empresas».
-¿Qué diferencia La ruta roja de otras empresas dedicadas al márketing digital?
-Lo que nos desmarca de las típicas agencias de márketing es nuestra base tecnología, que es muy fuerte, y nos la aporta Ivory. Hay agencias muy buenas en ideas y estrategia, pero con problemas de implementación porque flojean en la tecnología. Ese es nuestro fuerte, por lo que estamos cogiendo muy buenas oportunidades en el mercado.
-¿Cómo les afectó la crisis anterior, que estalló al poco de que arrancara la empresa?
-Fue una época dura, porque aunque no parábamos de trabajar, el problema era que las empresas tenían muchos problemas de tesorería. Sabían que tenían que invertir, pero no tenían liquidez, pasábamos unos presupuestos muy ajustados, apretándonos el cinturón. Yo decía ‘si superamos esta crisis no va a haber quien nos pare´, y han pasado 14 años. Ahora, con la pandemia, a diferencia de otros sectores, en el nuestro hay mucha demanda, es imparable. Otra cosa es que las empresas tengan capacidad de asumir los proyectos.
-¿Algún ejemplo reciente de tienda en línea que funcione?
-En noviembre lanzamos la tienda en línea de Casa Grande de Xanceda, fue una salida silenciosa, pero está funcionando muy bien. Ahora estamos hablando con ellos de esa estrategia global, la necesidad de invertir en márketing digital. Igual que en una tienda física tienes un protocolo, en el mundo en línea también lo necesitas. Si no es imposible, pierdes el dinero.