
La escasez de trabajadores, en particular de conductores de camiones de mercancías, provoca un desabastecimiento no visto en una buena parte de los negocios británicos
05 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.«¡Lo siento está agotado!» o «Disculpa, pero no lo tenemos en almacén». Los británicos vienen escuchando estas excusas cada vez con más frecuencia al visitar supermercados, farmacias, tiendas e incluso restaurantes de comida rápida. ¿La razón? La escasez de trabajadores, en especial de conductores de camiones de mercancías, que aqueja al país debido a la pandemia del covid y, sobre todo, a la materialización del brexit está complicando la distribución de productos y amenaza con dañar la recuperación económica.
El desabastecimiento está tomando tal cariz que esta semana la cadena McDonald's anunció que no podría seguir ofreciendo leches malteadas y algunas bebidas embotelladas que forman parte de su menú en el Reino Unido, debido a que se había quedado sin ellas. En un comunicado, el gigante estadounidense de la comida rápida reconoció que la falta de chóferes estaba impidiendo surtir apropiadamente a las 1.250 tiendas que tiene en el país. Una semana antes, la popular cadena de pollos asados Nando's tuvo que cerrar casi medio centenar de establecimientos debido a que se quedó sin su producto estrella: el pollo.
Por su parte, desde los supermercados advierten que la ola de estantes vacíos que desde hace semanas les afecta está lejos de resolverse e incluso podría poner en riesgo las próximas Navidades. «Las fiestas están a la vuelta de la esquina y el comercio está comenzando a levantar sus inventarios. Tenemos muchos productos que transportar desde septiembre y para ello necesitamos una robusta cadena de suministros. Odiaría que otra Navidad tuviera que cancelarse», advirtió a la BBC Richard Walker, director gerente de Iceland, uno de los grandes supermercados británicos.
Para dejar en claro que sus pronósticos no eran una exageración, Walker reveló en la entrevista que «por primera vez desde el estallido de la pandemia hemos debido cancelar envíos a domicilio debido a la falta de conductores. Estamos cancelando entre 30 y 40 envíos al día».
La Asociación británica de Transporte por Carretera (RHA, por sus siglas en inglés) admitió a principios de este mes que en la actualidad hay entre 90.000 y 100.000 conductores de camiones de mercancías menos de que los que había en el país al inicio de la pandemia. La suspensión de unas 30.000 pruebas de conducción y, en especial, el fin de la libre circulación de personas entre ambas orillas del Canal de La Mancha serían las razones para esta escasez.
Desde el Consorcio Británico del Comercio (BRC) han pedido al Gobierno que tome cartas en el asunto y recurra al Ejército para paliar la situación. Las autoridades estarían evaluando utilizar a unos 2.000 uniformados entrenados para manejar vehículos de carga para mitigar la crisis.
Por su parte, empresas como Tesco o Amazon han decidido recurrir al dinero para atraer a camioneros. Así el primero está ofreciendo bonos de hasta 1.000 libras (1.100 euros) a todo aquel conductor de camión que se una a su equipo, mientras que otras compañías quieren entrenar a otros empleados para esta tarea.
Pero no solamente faltan personas ante los volantes, la escasez de mano de obra también alcanza a reponedores, personal de almacenes e incluso cajeros y camareros. Razón por la cual empresarios no solo han vuelto a pedir a las autoridades que flexibilicen las nuevas reglas migratorias y así abrirles las puertas a trabajadores comunitarios, algo que en Downing Street rechazan de plano; sino que además han propuesto contratar a presos para determinadas tareas.