El textil español cambia de proveedor

MERCADOS

Una trabajadora de una fábrica textil en Haian, en la provincia china de Jiangsu
Una trabajadora de una fábrica textil en Haian, en la provincia china de Jiangsu AFP

China ha perdido el cetro como primer proveedor del sector textil español. La crisis sanitaria confirma una tendencia que ya se apreciaba antes porque sus fábricas producen más caro. La periferia asiática, primero, y Turquía, ahora, se lanzan a por las grandes producciones por costes y logística.

12 sep 2021 . Actualizado a las 23:57 h.

Hace un tiempo, poco, que China ha cedido el bastón de mando como primer proveedor de la industria textil española. El gigante asiático que facilitó la economía de escala con su producción low cost se ha hecho grande abasteciendo durante décadas al resto del mundo. Para quienes conocen bien lo que ha ocurrido todos estos años en uno de los sectores más prósperos de la economía española «lo que está pasando en Asia es de los mejores escenarios que podían ocurrir. El nivel de vida de los trabajadores y de las clases medias ha aumentado, crece el mercado interno y aumenta la demanda, con lo que los costes de producción son más altos. Las fábricas han ido mejorando y el sitio de bajo coste ya no es China», explica Alberto Rocha, primer directivo del Clúster Textil Moda de Galicia (Cointega).

Los últimos datos de Icex España confirman que China ha perdido finalmente el liderazgo entre los mayores proveedores del textil español en favor de la periferia asiática (Bangladesh, Vietnam y Camboya), pero sobre todo Turquía, el gran triunfador del denominado sourcing en el nuevo mapa de aprovisionamiento.

A la madurez del mercado chino, en esta nueva reordenación también ha influido la pandemia. Y tanto. China se vio obligada a parar la producción y, una vez superada la crisis sanitaria, a los problemas de las interrupciones en las cadenas de suministros, se unió la escalada de costes del transporte, especialmente el marítimo desde que comenzó el año. Las grandes compañías primero, y el resto de cadenas, después, prefieren los mercados más próximos, por flexibilidad y agilidad. Y Turquía reúne como nadie esos requisitos.

La distancia que separa los principales puertos españoles en el Mediterráneo de los turcos es de unos 3.000 kilómetros, o lo que es lo mismo, dos días de trayecto en barco. Así lo corroboran las cifras: las compras al país se han catapultado un 45,1% en el primer semestre, hasta 983 millones de euros, según recoge el ICEX en el capítulo de Exportaciones e Importaciones.

«Todo tiene que ver con una cuestión puramente de costes y de oferta. Las tarifas logísticas y de transportes son muy elevadas; el producto que viene de Asia se ha encarecido y los proveedores que tienen más pedidos, piden precios más altos», afirma Rocha.

Lo que está por confirmar es si esta reordenación de los mercados se mantiene. «A Turquía le beneficia por el tipo de cambio, tiene una capacidad productiva muy grande y está próximo, lo cual reduce los costes logísticos y de transporte», pero lo que no va a cambiar es la relocalización, «no pasó, ni va a pasar», asegura el directivo.