Gates ya vaticinó que algún día el mundo afrontaría una grave pandemia
Gates ya vaticinó que algún día el mundo afrontaría una grave pandemia Jason Lee | Reuters

26 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace unos días veíamos en las páginas de La Voz la imagen de un agricultor arando sus tierras con un caballo. No era un residuo de la agricultura tradicional, ni una iniciativa museística, sino la alternativa que había encontrado una empresa del campo, actualizada e informada, al alza incontenible del precio de los carburantes, que la condenaba a la irrentabilidad si continuaba utilizando motores de combustión.

Puede ser un caso aislado, pero la fuerza simbólica de la foto es enorme. ¿Una prueba más de esa evolución social y económica que Umberto Eco definió ya en los años setenta como «la nueva Edad Media»? Parece que los sueños de un futuro tecnológico en el que las máquinas relevan a la humanidad del trabajo arduo se van difuminando. En Occidente avanza una economía dual, en la que los privilegiados habitan en urbanizaciones cerradas (castillos) y protegidas de la posible agresividad de la plebe. En todo el mundo las democracias se debilitan, surgen cada vez más ejemplos de privatización del poder, brota la guerra, nos amenazan plagas nuevas que paralizan la actividad.

A este último aspecto ha reaccionado uno de los grandes señores de la nueva economía, Bill Gates, que pronostica nuevas pandemias, quizá aún más graves que la del covid-19. El gigante de la informática se reposiciona con criterios que también parecen medievalistas: se está deshaciendo de sus participaciones en firmas tecnológicas como Tesla —el fabricante de los vehículos eléctricos más prestigiosos— para comprar, sobre todo, tierras agrarias. Si nuestro futuro es la crisis permanente, lo razonable es volver a la tierra. Parece que Gates ya no ve un porvenir en el que lo más valorado será llevar la tarjeta del móvil implantada en el oído interno ni conducir un coche que vuele. La demanda más deseada quizá vaya a ser poder comerse un buen cocido o unos tirabeques frescos con jamón. ¿Y las otras inversiones preferentes del inventor de Microsoft?: el tratamiento de residuos y los sistemas de desinfección y limpieza de aguas. Gates vuelve a lo básico, casi a lo fisiológico. Esperemos que, con los caballos, no regresen también las lanzas y las espadas.