La automatización destruirá 85 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, pero surgirán 97 millones nuevos. Habrá perfiles que sean muy demandados
06 oct 2022 . Actualizado a las 09:36 h.El mundo entero camina hacia una nueva revolución industrial. La cuarta, la llaman. Aquella que nos llevará a convivir con esas fábricas 4.0 de las que llevamos un tiempo escuchando hablar. Pero toda esta revolución, que de utopía ya tiene poco y que cada vez está más cerca, traerá consecuencias. Un reciente informa del Foro Económico Mundial estimaba que para el año 2025, más de 85 millones de puestos de trabajo desaparecerán a causa de la digitalización y de la automatización de procesos. Pero quiso lanzar un mensaje de calma para aquellos que estén pensando en rescatar la figura de los luditas. Porque a cambio, surgirán 97 millones de nuevos empleos que se adaptarán mejor al nuevo entorno.
Lo que muchos se preguntan ahora es qué perfiles serán los más demandados en este nuevo contexto tecnológico. Según los expertos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), todo esto se traducirá en una búsqueda incansable de las empresas de perfiles expertos en tecnologías de la información y la comunicación, así como en una mayor relevancia de perfiles relacionados con los sistemas de mantenimiento: «Uno de los conceptos clave en la industria 4.0 es el de una mayor interacción entre las tecnologías de la información y las de operaciones, por lo que la industria necesitará perfiles expertos en estas tecnologías para una correcta integración de las mismas», explica Joan Melià Seguí, profesor de los Estudios de Informática Multimedia y Telecomunicación de la universidad. Y con todo esto, uno de los perfiles que más se buscarán será el de responsables de sistemas de mantenimiento.
Habrá más. Porque para esta cuarta revolución industrial también harán falta trabajadores relacionados con la integración de sistemas ciberfísicos, ciberseguridad, robótica o fabricación aditiva, además de otros perfiles digitalizadores: «Se buscarán empleados polivalentes con conocimientos transversales sobre temáticas como inteligencia artificial, cómputo en la nube, comunicaciones y sensores. Se buscan personas resolutivas con mucha curiosidad y grandes capacidades para los retos que nos deparan», resume Sergio Morales, profesor del máster Industria 4.0 del centro.
Explica el profesor Melià que la constante monitorización de la maquinaria puede permitir el mantenimiento predictivo, que consiste en poder predecir una posible interrupción de servicio antes de que se produzca: «Puede permitir planificar el mantenimiento de las infraestructuras clave y evitar pérdidas en el entorno de producción. Por eso los responsables de mantenimiento serán importantes», resume.
Otro nicho de mercado es el de la robótica colaborativa, que se apoya en robots con capacidad para compartir el mismo área de trabajo que el personal humano. Pensemos, por ejemplo, en un brazo robótico en una línea de producción, en la que el aparato colabora con el trabajador humano en las tareas en las que es más eficiente, permitiendo así al humano realizar una tarea de mayor valor añadido. Los expertos en impresión 3D también tendrán mucha salida y serán perfiles ampliamente demandados.
Esta será otra de las tecnologías que marcarán los avances en la industria 4.0. ¿La razón? Esta tecnología habilitadora de la transformación digital está considerada como esencial en el nuevo escenario: «Digitaliza la producción sin competir con las máquinas de grandes series; lo que busca es complementar las tecnologías convencionales con series cortas y medias», resume Sergio Morales, quien asegura que la tendencia actual pasa por la personalización masiva de productos, donde la impresión 3D encaja perfectamente: «Además, aporta una solución a los problemas de la logística y medioambiente actuales, ya que fabricamos lo que se requiere, y en el país o región donde se demanda, con lo que se evitan procesos logísticos y costes asociados».
A pesar de que la industria 4.0 es ya una realidad más que palpable, todavía hay mucho camino por hacer. Alegan los expertos que todo este terremoto que viene se encuentra en un estado muy embrionario en la mayoría de las industrias manufactureras, sobre todo en las pymes. Todo esto, por tanto, entraña grandes retos. El mayor tiene mucho que ver con la apuesta. Las empresas deben poner toda la carne en el asador e ir destinando sus recursos en estas partidas para sí poder digitalizar procesos y lograr que no queden relegadas: «La primera barrera ante la digitalización son las personas y esto es lo primero que hay que superar para poder avanzar hacia una industria inteligente y digital», explica Morales.
Esta es solo la punta del iceberg. «Al haber tanta robotización, uno de los desafíos es lograr que el desplazamiento de las personas en pro de los robots no se convierta en un problema. Las personas que no tienen la especialidad que requiere la industria 4.0 tendrán que poder seguir trabajando, aunque sea en diferentes áreas», explica Arturo Sánchez, experto en la materia.
El futuro puede ser alentador. Sobre todo para los territorios más castigados por la centralización aplicada durante las últimas décadas. Si el sector consigue idear una red que soporte todos los sistemas que van a estar conectados, se podrá avanzar en una descentralización de las fábricas: «Si empezamos a repartir microfábricas por todo el mundo en lugar de concentrarlas en un solo país, podría lograrse que todos esos empleados poco especializados puedan trabajar y, al mismo tiempo, no tendremos problemas de suministros en un futuro, como ya ha ocurrido», sentencia Sánchez.