La firma pontevedresa cuenta con 59 tiendas en toda España y espera alcanzar una facturación al cierre de este año de cerca de 30 millones de euros. Es la primera del sector en la comunidad
28 nov 2022 . Actualizado a las 10:30 h.En una pequeña nave en la parroquia de Mourente, Pontevedra, los hermanos Manuel y Juan Carlos Fontán montaron en 1990 una fábrica de zapatos que hoy es la primera empresa del sector en Galicia y alcanzará a final de año una facturación de cerca de 30 millones de euros y da empleo a 220 personas. Esta es la carta de presentación de Krack Zapaterías, una compañía que tiene repartidas por toda España 59 tiendas, de las que 27 están ubicadas en Galicia, su principal motor.
Como en la mayoría de las empresas el golpe de la pandemia sacudió su día a día y sus planes de futuro. En su caso, vieron como las tiendas se cerraban temporalmente y la producción se estancaba a la espera del fin de las restricciones. En ese momento hubo que pararse a reflexionar y desde la firma pontevedresa reconocen que costó salir, pero gracias a su agilidad empresarial consiguieron hacerlo. «Fuimos ágiles y conseguimos una financiación rápida. Hemos podido superarlo con cintura y mucha velocidad, el equipo ha actuado con rapidez para hacer cosas a pesar de lo que estábamos viviendo», explican desde la compañía de calzado, que en el ejercicio del 2020 lo cerraron con un resultado negativo de dos millones de euros y una facturación de 15,7 millones de euros, la mitad de la cantidad con la que prevén cerrar el 2022. Al cierre del año, la compañía superará su mejor ejercicio hasta ahora. En 2019 alcanzaron una cifra de negocio de 24 millones de euros.
Una vez superada la crisis que generó el covid, Krack Zapaterías se fija retos ambiciosos para el próximo 2023. Como hoja de ruta para esa expansión, la empresa apuesta por mejorar procesos para agilizar el trabajo diario y conseguir ser más eficientes. Si este año han abierto ocho nuevas tiendas en Bilbao, Gijón, Andorra, Madrid y Palencia, en el 2023 el objetivo de Krack es continuar ese crecimiento con seis nuevas aperturas por todo el territorio nacional. «Nuestra forma de expansión no es agresiva, es más como una mancha de aceite», destacan desde la empresa para explicar su filosofía de trabajo. Junto al crecimiento de las tiendas, la empresa profundizará en la mejora del servicio y la usabilidad de las tiendas online. Al igual que el resto de comercios, han ido sumando ventas también en esa línea. «Para nosotros el negocio on line es un canal más que nos ayuda a sumar formas de llegar al consumidor y nos ha abierto nuevas posibilidades. Tenemos una estrategia totalmente onmincanal por lo que no creemos que el online le gane terreno al offline, sino que entre ambos se complementen», destaca la empresa, que cifra en un 15 % la facturación que representa las ventas a través de su página web.
Krack Zapaterías trabaja en dos caminos. Por un lado están las tiendas propias y multimarca, como Krack, Bross y Miniprecios Zapaterías, y por otro, gestionan las franquicias de Geox, Clarcks y Pikolinos en Galicia y Ponferrada. Esta última línea de negocios no tienen previsto seguir incrementándola. Mantendrán esas tiendas, pero su objetivo es solo mantenerlas.
Propias y franquicias
El grueso de la facturación llega de la mano de Krack, su buque insignia, ya que Bross y Miniprecios solo tienen sendas tiendas en Pontevedra. Fueron las primeras en ponerse en marcha y llegaron a tener comercios en Santiago y Vigo, pero cuando la compañía se profesionalizó, desaparecieron.
El 87 % de sus tiendas son propias y tan solo el 13 % son franquiciadas, una opción de negocio a la que no se oponen, pero que crece muy lentamente. En la actualidad son ocho las que están bajo este régimen, la última se abrió en Palencia y no estaba dentro de los planes de expansión. «Es una posibilidad, si surge la oportunidad y la vemos fiable, se pondrá en marcha. Hubo una época en la que se apostó por eso, pero ahora ya no. El futuro es abrir tiendas propias», explican desde la compañía con sede en Pontevedra, donde está el centro de operaciones y nace el diseño del calzado. Sin embargo, el 90% de la fabricación está repartida entre España y Portugal y tan solo el 10% restante llega desde Asia.