Los expertos prevén que el crecimiento del PIB mundial se reduzca hasta el 1,2 % en el próximo año debido a múltiples factores, frente al 2,9 % en el que cerrará el 2022
26 dic 2022 . Actualizado a las 12:50 h.Con el 2023 a la vuelta del calendario, la economía mundial se prepara para afrontar un año lleno de turbulencias. Y no lo hace en el mejor estado. Atrás queda un año complicado marcado por una inflación galopante que ha dejado herido de gravedad al bolsillo de las familias y con una crisis de suministros todavía coleando. Con todos estos mimbres y enfrentada a un conjunto de desafíos sin precedentes, la economía mundial encara un fuerte deterioro de su crecimiento. Ese es el principal diagnóstico que realizan los expertos de Crédito y Caución en su último Economic Outlook en el que, eso sí, dejan alguna ventana abierta a la esperanza: «Este panorama mejorará ligeramente tras el 2023 cuando, previsiblemente, las actuales medidas de los bancos centrales y la normalización de las cadenas de suministro contribuyan a aliviar las presiones sobre los precios», resumen en el informe.
Explican que el principal desafío sigue siendo la evolución de los precios, cuyos efectos son ya globales. No hay casi ningún territorio que escape de esta presión. Y de la mano, trae consigo el fantasma de la estanflación: «La elevada inflación, unida al estancamiento económico, planea sobre muchas economías a medida que se extiende la crisis del costo de vida, unida a la volatilidad del encarecimiento de los alimentos y la energía, la guerra en Ucrania y los efectos actuales de la pandemia». Con todos estos factores lastrando la situación, los expertos prevén que el crecimiento del PIB mundial se reduzca hasta el 1,2 % en el 2023, frente al 2,9 % que se registrará en este 2022. El informe, además, pronostica que la estanflación se disipará gradualmente en el 2023 a medida que descienda el IPC. Las cosas mejorarán ya una vez entrados en el 2024. Entonces, el crecimiento mundial repuntará de nuevo hasta el 2,9 %, especialmente si los efectos económicos de la guerra en Ucrania empiezan a remitir.
Un año complicado
El 2023 ya se perfila como un año difícil. Tanto para los mercados emergentes como para las economías avanzadas. Ninguno escapará de los efectos: «Crédito y Caución prevé que el crecimiento del PIB en los mercados emergentes se desacelere desde el 3,6 % del 2022 hasta el 2,9 % en el 2023». Además, para aquellos mercados con una elevada deuda pública o privada, la evolución de los tipos de interés supondrá un reto adicional. Tampoco los más avanzados salen indemnes. Estos se enfrentan a una contracción de crecimiento el próximo año, con predicciones del -0,1 % para la zona euro y una contracción económica del 0,4 % para Estados Unidos.
Y todo esto aderezado con grandes dosis de incertidumbre. Más de la habitual, tal y como explican en el Economic Outlook. «Un riesgo importante es la persistencia de una inflación elevada, impulsada por nuevas perturbaciones de los precios de la energía y una espiral de precios salariales. Esto llevaría a los bancos centrales a tomar medidas más drásticas para frenar la inflación, con graves consecuencias para el crecimiento», sentencian los expertos.