La última directiva de la UE sobre transparencia retributiva entre hombres y mujeres aprobada esta semana por la Eurocámara se aplicará a empresas de más de 150 empleados
01 may 2023 . Actualizado a las 00:09 h.Garantizar la aplicación efectiva del principio de igualdad de remuneración entre mujeres y hombres, hacer más transparente la determinación de los salarios y facilitar el acceso a la justicia de las personas que han sido discriminadas en términos de salarios sintetizan la Directiva sobre Transparencia Salarial que el Parlamento Europeo ha aprobado esta semana por una amplia mayoría. La Eurocámara ha dado su visto bueno, por 427 votos a favor, 79 en contra y 76 a la aplicación del principio de igualdad de retribución entre hombres y mujeres por un mismo trabajo o un trabajo de igual valor. Se trata de un paso legislativo más en el camino por reducir una brecha salarial que, según datos de la propia UE, en la última década se ha reducido levemente. Sigue habiendo una distancia en las nóminas entre hombres y mujeres de en torno al 13 % en el conjunto de la Unión.
Esta nueva norma, una vez publicada en el Diario Oficial de la UE, entrará en vigor 20 días después de su publicación. Serán entonces cuando los Estados miembros dispongan de dos años para adaptar los reglamentos a las respectivas legislaciones nacionales.
Cumplido el calendario, qué significará para las empresas. De entrada, esta nueva obligación solo se aplicará a las empresas con 150 o más empleados, aunque dos años después de la fecha límite de transposición, el requisito de informar cada tres años se extenderá a las empresas que emplean a más de 100 trabajadores. Y lo hará de la marcha de sus escalas retributivas, sobre todo cuando la brecha de género supere el 5 %. Los autores del nuevo documento legislativo han entendido que solo así podrá reducirse el desfase del 13 % actual.
Otro cambio sustancial que traerá aparejada la norma se refiere a que tanto los trabajadores como sus representantes tendrán derecho a recibir información clara y completa sobre los niveles salariales individuales y medios, desglosados por género. Y el más controvertido, incluso entre los propios trabajadores dentro de las empresas, el denominado secreto salarial, queda definitivamente sin efecto en la nueva normativa europea.
Las empresas estarán obligadas a divulgar información que facilite a los empleados comparar salarios, al tiempo que mostrarán de forma transparente las diferencias retributivas de género existentes. Es decir, que se prohíben las cláusulas contractuales que impiden todavía que los empleados revelen su salario o busquen información sobre las diferentes categorías profesionales de la empresa. La transparencia salarial que se persigue con la directiva europea va incluso un paso más allá porque los criterios de igualdad se aplicarán desde el momento mismo de la contratación. Es decir, a los mecanismos de evaluación y clasificación de empleos, a los anuncios de vacantes y a la denominación del puesto, de modo que los procesos de selección y contratación se realicen de manera no discriminatoria.