El aumento de los tipos aleja a miles de ciudadanos del sueño de tener una vivienda propia, lo cual ha impulsado la demanda de casas en alquiler y ha disparado todavía más los precios
09 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Cuando llamábamos para preguntar si podíamos agendar una visita para ver una vivienda nos decían que no, porque ya la habían alquilado. Y de las que logramos ver, en plena visita nos dijeron que, aunque el precio anunciado era uno, había otras personas ofertando más y que si estábamos dispuestos a igualar o superar esas ofertas; era como estar en la selva, donde la ley del más fuerte, en este caso del que más dinero tiene y más puede pagar, es la que rige». Así describe Daniel González las semanas que él y su pareja estuvieron buscando un piso para alquilar en Londres.
El mercado del alquiler en el Reino Unido, y en particular en Londres, vive momentos turbulentos. ¿La razón? El alza de los tipos de interés que se viene registrando desde hace año y medio ha hecho que miles de británicos desistan de sus planes de tener una vivienda propia, debido al encarecimiento de las hipotecas. La semana pasada, el Banco de Inglaterra volvió a subir los tipos un 0,5 % hasta llevarlos al 5 %. El objetivo es intensificar los esfuerzos para frenar la galopante inflación. Esta situación está provocando que, para muchos, el alquiler vuelva a ser la única opción para tener un techo, lo cual tiene a su vez otro efecto indeseado: tensionar todavía más el precio de los alquileres al dispararse la demanda.
Por las nubes
En abril, el alquiler promedio de una vivienda de dos habitaciones en la capital británica había superado la barrera psicológica de las 2.500 libras mensuales (2.924 euros), mientras que en el resto del país rondaba las 1.100 libras (1.286 euros), de acuerdo con la información facilitada por la firma Rightmove. Unos datos similares muestran desde la empresa de bienes raíces Hamptons, donde afirman que los alquileres han subido un 25 % desde el estallido de la pandemia hace tres años. La pesadilla de Daniel González comenzó en el primer trimestre del año, cuando estaba a punto de vencerse su contrato de arrendamiento y el propietario de la vivienda que ocupaba con su pareja le anunció que les aumentaría la renta. «Pagábamos 1.900 libras (2.223 euros) y nos querían aumentar a 2.300 (2.691), algo que rechazamos», comenta. Ajustes como estos están muy por encima de lo que permite la ley, la cual faculta a los dueños a incrementar los alquileres a la par que la inflación, que en el 2022 cerró en el 10,1%. Sin embargo, muchos inquilinos prefieren dejar las viviendas antes de iniciar amargas disputas con sus arrendadores. Semanas atrás, la BBC publicó que hoy el inquilino promedio del Reino Unido destina más del 28 % de su salario al alquiler. Otro elemento que ha contribuido a la crisis es la reducción de la oferta en general de viviendas para alquilar, la cual hoy es un 20 % a un 40 % menor en algunas zonas del país, de acuerdo con una firma de bienes raíces como Zoopla. Pero mientras los alquileres se disparan, el precio de las viviendas en venta viene cayendo y hoy es 3,4% menor al de hace un año, de acuerdo con el banco Nationwide.
Sin embargo, expertos como el profesor de Economía de la Universidad de Huddersfield, Alper Kara, advierten de que esto no necesariamente supone que sea el momento correcto para adquirir un techo propio. «La mezcla entre inflación y altos tipos de interés puede ser demasiado para muchos ciudadanos, porque comprar una casa es la decisión financiera más importante de tu vida», asegura.