El Silicon Valley de los Alpes

Valentina Saini

MERCADOS

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Las inversiones regionales en investigación y desarrollo iniciadas hace dos décadas en la zona de Trento empiezan a dar sus frutos y a consolidar un modélico ecosistema innovador

23 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

 Los territorios de los Alpes nororientales son famosos en Italia como paraísos turísticos, gracias a sus magníficos paisajes, excelente gastronomía (sobre todo vinos, manzanas y quesos) y pueblecitos de montaña que podrían servir de plató para una película de Heidi. Sin embargo, esta parte del país transalpino no es solo sinónimo de manzanas, miel y montañas: lleva años apostando cada vez más por la enseñanza superior, la investigación y la creación de empresas tecnológicas para preservar su prosperidad. Los empresarios locales explican que ser innovadores es la única forma de contrarrestar el declive de territorios periféricos alejados de los grandes centros, y que de otro modo estarían abocados a ser únicamente destinos turísticos.

El caso más interesante es el del Trentino. Uno de sus pilares es la agricultura, pero desde el 2000, el Gobierno local ha llegado a invertir el 2 % de su PIB en investigación y desarrollo (un porcentaje sin igual en el resto de Italia) y hoy presume de una alta densidad de empresas emergentes en relación con el total de sus negocios. Los medios internacionales lo denominan «el Silicon Valley de los Alpes», y de hecho aquí se asientan start-up de éxito, activas en los sectores más diversos: de la web semántica al big data, de la inteligencia artificial a moléculas innovadoras.  

Justo en Trentino se encuentra Bruno Cell, una de las poquísimas start-up italianas activas en el cultivo de carne en laboratorio mediante la multiplicación de células animales, y se están llevando a cabo proyectos punteros como el Hydrogen Valley, para construir plantas ecológicas de producción de hidrógeno verde.

Esta provincia ha sido capaz de construir, en poco más de dos décadas, un ecosistema de innovación vital. Las empresas ahí encuentran talentos, que llegan a esta provincia para estudiar en la universidad de su capital, Trento, o investigar en la Fundación Bruno Kessler (FBK), un centro de relevancia europea que se ocupa de agricultura y salud digitales, crisis climática, energía e industria del futuro. También en Trento se encuentra la sede italiana de EIT Digital, una iniciativa cofinanciada por la Unión Europea para apoyar la digitalización de la economía del viejo continente.

Riccardo De Filippi es CEO de Motorialab, una empresa nacida en el 2014 en los laboratorios de FBK. «Creamos sistemas digitales para mejorar la seguridad de las personas», explica. «Nuestro primer producto es SAFE, que utilizan las estaciones de esquí para mejorar la seguridad de los esquiadores». La empresa factura 300.000 euros y cuenta con un cliente incluso en España.

Trentino tiene un espíritu empresarial. Hay muchos jóvenes creando negocios innovadores. Uno de ellos es Gianmarco Sánchez, peruano cofundador de Lvdere, una firma digital que ofrece soluciones personalizadas a las empresas, como por ejemplo modelización predictiva y análisis de comportamiento. «Trentino nos ha ayudado mucho a consolidar nuestros conocimientos empresariales», señala, «y ahora estamos también siguiendo un programa de aceleración en Suiza». Entre Trentino y la frontera austriaca se encuentra la provincia de Bolzano, Südtirol en alemán. Aquí también se apuesta por la innovación. Hace unos años se inauguró un parque tecnológico, el NOI Techpark, donde también se halla la sede italiana de la prestigiosa organización científica alemana Fraunhofer.

 Al este del Trentino, en cambio, se encuentra la provincia de Belluno; famosa por su industria de gafas, ha visto abrirse recientemente la LUISS Business School, una de las universidades privadas más importantes de Italia, como las que están en ciudades como Roma y Milán, pero en este caso a los pies de los Alpes.