Solo un 35 % de las personas que han optado por solicitar un crédito para adquirir una vivienda lo han hecho solas, lo que supone una caída de cuatro puntos con respecto al 2022
26 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El esfuerzo económico que requieren tareas obligatorias como llenar el depósito del coche, abastecer la despensa de casa o hacer frente a las facturas de la luz y el agua caliente ha obligado a muchos españoles a sacar la calculadora cada mes para tratar de cuadrar unas cuentas que cada vez más son un imposible. No en vano, la inflación sigue haciendo de las suyas y, todavía cabalgando por encima del 2 % que se fija como objetivo el Banco Central Europeo (BCE), el IPC continúa agujereando los bolsillos de las familias. Y uno de los grupos que padece de forma virulenta las consecuencias del encarecimiento generalizado de la vida es el de las personas solteras, que no comparten con nadie los gastos del día a día y deben hacer frente a ellos solo con un sueldo.
Los jóvenes son los que más se ven lastrados por todo este contexto, puesto que los bajos sueldos y los altos precios les impiden dar el paso, hacer las maletas y comenzar una vida en solitario: «Independizarse solo es un lujo que, hoy en día, muy pocos pueden permitirse, sobre todo en las grandes ciudades. La subida de los precios tanto del alquiler como de la vivienda en propiedad se han disparado y, si unimos a esto el incremento de los tipos de interés de los préstamos hipotecarios, el reto es todavía mayor», explica el director de Hipotecas del comparador y asesor iAhorro, Simone Colombelli.
Para muestra, un dato: en lo que va de este 2023, solo el 35 % de los ciudadanos que han firmado este año una hipoteca lo han hecho en solitario, sin añadir a una segunda persona a la operación. Este porcentaje está algo más de cuatro puntos por debajo del registrado durante el mismo período del 2022, cuando la gente que se atrevía a pedir un préstamo para comprar una vivienda completamente solo ascendió al 39,5 %.
Si comprar es un reto, alquilar tampoco es la panacea: «Los alquileres están por las nubes, han subido muchísimo en los últimos meses y los ciudadanos están viendo que, si tienen los ahorros para pagar la entrada de la vivienda, es mucho más rentable comprar», resume Colombelli, quien, eso sí, admite que los jóvenes se emancipan cada vez a edades más tardías «porque es también cada vez más tarde cuando estos encuentran un trabajo bien remunerado que les permite progresar personalmente. La vida sube, pero los sueldos siguen siendo parecidos».
Y con todos estos mimbres, parece que se puede trazar (a grandes rasgos) un perfil de soltero hipotecado en nuestro país. Así, los expertos de iAhorro señalan que se trata de una persona con una media de 38 años, con trabajo indefinido y una antigüedad laboral de siete años con un salario neto mensual de unos 2.915 euros. En cuanto a la vivienda que eligen estos inversores, se trata de un inmueble cuyo precio medio ronda los 217.000 euros y, para dar el paso, suelen aportar cerca de 80.000 euros de sus ahorros para hacer frente a la entrada. Por otra parte, la vivienda de segunda mano sigue siendo la reina: ocho de cada diez optan por este tipo de pisos, mientras que solo un 12,4 % compra viviendas de obra nueva. Un residual 1 % acaba adquiriendo casas de protección oficial.
Este retrato contrasta con el de los compradores que llegan a las oficinas de los bancos en pareja. La edad media baja en este caso a los 37 años, mientras que el salario medio neto mensual que acumulan entre los dos asciende de forma importante hasta los 4.600 euros. También lo hacen, por tanto, los ahorros que se aportan, que escalan hasta los 100.000 euros. Con más recursos, también se pueden permitir viviendas algo más costosas y el precio medio de la vivienda que compran estos es de 290.000 euros de media.
«Uno de los mayores inconvenientes a los que se enfrenta una persona cuando va sola a pedir una hipoteca es que su riesgo de endeudamiento pase los filtros de la entidad bancaria. Normalmente, no permiten que el usuario destine más del 35 % de su sueldo neto mensual a la hipoteca. Pero si suben los tipos de interés y los precios, pero los sueldos no, el riesgo de endeudamiento se dispara», explica Colombelli.
Para entenderlo, el directivo de iAhorro pone un ejemplo: «Para que una persona pueda pagar un préstamo de 174.000 euros (la financiación que darían la mayoría de los bancos para la compra de una vivienda con un precio medio de 217.000 euros), con un 3 % TIN, que es lo que se está firmando ahora en el mercado, la cuota mensual superaría los 730 euros, por lo que el riesgo de endeudamiento para alguien que cobra 2.915 euros netos mensuales es del 25 %, por debajo del límite del 35 % que aconseja el Banco de España».
En algunas comunidades
Y para algunos, el factor territorial también juega en contra. Según el Colegio de Registradores, durante el segundo trimestre del 2023 (último del que se tienen datos) el coste medio del metro cuadrado se ha situado en el conjunto de España en 1.979 euros, un 1,12 % más que en el mismo período del año pasado. De esta forma, comprar una vivienda tipo de 100 metros cuadrados (que supone más o menos la extensión media de las casas españolas) costaría unos 198.000 euros. Pero los precios varían sustancialmente en función de la comunidad autónoma. En Extremadura se puede encontrar el precio más bajo, con 783 euros el metro cuadrado, mientras que en Madrid, asciende hasta los 3.299 euros. En Galicia, para adquirir una vivienda de unos 100 metros cuadrados, habría que abonar unos 141.800 euros de media.