Qué esperar de la inversión en renta fija en el 2024

Susana Pérez

MERCADOS

María Pedreda

La rentabilidad de las letras del Tesoro aflojará, pero los precios de los bonos irán subiendo a medida que se confirme el giro a la baja de los tipos de interés oficiales

02 feb 2024 . Actualizado a las 11:31 h.

Después de una larga travesía por el desierto, los ahorradores más conservadores han tenido la oportunidad de verse recompensados durante este año. Así ha sido para aquellos que optaron por invertir en letras del Tesoro español, es decir, valores de renta fija emitidos por el Estado a corto plazo (actualmente a 3, 6, 9 y 12 meses). Las rentabilidades ofrecidas por las letras arrancaron el 2023 entre el 2,18% en el menor plazo y el 2,98 % en las colocadas con vencimiento a un año. Y llegaron a escalar en las subastas celebradas en octubre por encima del 3,8% para los plazos más largos.

Son muchos los inversores particulares que se han decantado por este activo financiero. Y su apetito va en aumento. En la subasta de letras que tuvo lugar el pasado martes, los particulares habrían solicitado más de 1.884 millones de euros, la cifra más alta de la historia y un 16,5 % superior a la demanda de este segmento en noviembre. Eso pese a que el tipo de interés medio de las emisiones se vio recortado por segundo mes consecutivo (hasta el 3,61 % en las letras a 6 meses y al 3,3% en las de 12 meses, los niveles más bajos desde julio y mayo, respectivamente) por las expectativas de que los tipos de interés oficiales del BCE habrían llegado a su techo. Pasado mañana terminará el calendario de subastas de estos activos para este ejercicio, con la colocación de letras a 3 y 9 meses. También se espera un ligero descenso de los intereses desde el 3,55 % y el 3,68 %, respectivamente, del mes anterior.

Los rendimientos cosechados han sido muy apetecibles para un activo financiero con un nivel de riesgo prácticamente nulo (cuenta con el aval del Estado). Y, en todo caso, contrastan con los decepcionantes resultados obtenidos en general por los inversores con otras inversiones en renta fija, teniendo en cuenta que los expertos auguraron que este tipo de activos sería la estrella de los mercados en 2023.

Caídas de precios

Han sufrido especialmente las apuestas en bonos a largo plazo, ya sea directamente (generalmente los institucionales) o a través de fondos de inversión, por las caídas de precios significativas que han experimentado en el mercado a medida que subían los tipos de interés, en un ciclo de endurecimiento monetario que se ha prolongado más de lo previsto inicialmente por los analistas. Cuando los tipos de interés de las nuevas emisiones de deuda (pública o privada) aumentan, los precios de las ya existentes bajan, porque los inversores solo están dispuestos a comprarlas si su precio se reduce de modo que garantice al comprador una rentabilidad equivalente a la de las nuevas emisiones. Eso sí, los bonos siempre mantienen la rentabilidad que proporciona el cupón, es decir, el importe de los pagos periódicos de intereses pactados en la emisión que, en el caso de los bonos a vencimientos entre cinco y diez años, tienen retornos similares a los de las letras.

Cambio de escenario

Este escenario empieza a cambiar y, a la vez que los intereses de las letras se repliegan, los expertos vuelven a pronosticar que el 2024 traerá alegrías a los inversores en renta fija de la mano de aumentos de los precios. Un crecimiento más débil, una inflación más baja, una política monetaria y fiscal más ajustada y unas valoraciones atractivas «hacen que la renta fija vuelva a representar una oportunidad a tener en cuenta para los inversores», sostienen en Allianz Global Investors. Para que ocurra se tendrán que cumplir las expectativas del mercado sobre el giro en las políticas monetarias de los principales bancos centrales. El mercado descuenta que habrá recortes de tipos tanto en la zona euro como en EE.UU. ya al final del primer trimestre. Algunos analistas y estrategas creen que parece descabellado, pero también reconocen que ven las primeras bajadas del precio oficial del dinero más cerca de lo que pronosticaban hace unas semanas y que incluso podría haber más de un movimiento de este signo a lo largo del próximo año.

Con esta perspectivas, las nuevas emisiones de bonos se harán a tipos de interés más bajos y los precios de las que ya se negocian en el mercado, con rentabilidades más elevadas, subirán porque ganarán atractivo para los inversores. Según las estimaciones de los expertos, el retorno adicional vía precio para la deuda ya emitida con vencimientos entre cinco y diez años podría llegar hasta cerca del 5 %. Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad, remarca que «en algún momento las curvas de tipos van a empezar a perder tensión y los precios actuales y rentabilidades de la renta fija van a desaparecer, por lo que conviene, sin duda, aprovechar la oportunidad que ahora mismo nos ofrece el mercado».

Algunas opciones

Con el escaparate más abierto, ¿qué productos pueden ser ahora más atractivos? La repuesta depende del perfil de cada inversor. Porque conviene recordar que no existe inversión sin riesgo y que este es mayor si se aspira a obtener una rentabilidad más elevada. En la renta fija, además de las variaciones en los precios, hay que contar con el riesgo de crédito o de insolvencia, esto es, que el emisor (empresa, entidad financiera, Estado u otro organismo público) no pueda hacer frente a sus pagos (tanto de cupones como de reembolso del principal) o de que se produzca un retraso en los mismos.

Para Del Pozo, el mejor activo para comprar ahora mismo es la deuda pública. En este sentido, Félix de Gregorio, responsable de Jupiter AM en Iberia, asegura que «en tiempos de desaceleración económica globales es esencial incluir en las carteras activos que proporcionen estabilidad y protección, como los bonos soberanos».

En renta fija privada, el experto de Mutualidad de la Abogacía, prefiere «claramente» el crédito de calidad [las emisiones con mejores calificaciones de las agencias de rating] frente a las de alto rendimiento o high yield porque, en su opinión, los rendimientos que estos ofrecen no compensan el riesgo que hay que asumir en las emisiones con calificaciones más bajas y, por tanto, con más posibilidades de impago.

Para Allianz Global Investors, el mercado de renta fija estadounidense parece especialmente atractivo dada su convicción de que la Fed ha llegado al final de su ciclo de subidas de tipos, mientras que en Europa habrá que ser más pacientes porque no están «del todo de acuerdo» con la previsión actual de los mercados de que no habrá más aumentos de tipos por parte del BCE.

Fondos a vencimiento

Una opción para invertir en renta fija que ha vuelto con fuerza al mercado este año al calor del repunte de los rendimientos de los bonos es la de los fondos de renta fija a vencimiento. Se trata de una cartera de bonos a tipo fijo o flotantes que tiene una fecha de finalización, lo que permite estimar la rentabilidad que obtendrá el fondo durante ese horizonte temporal. Eso sí, la rentabilidad no está garantizada. Los suscriptores de un fondo a vencimiento invierten durante un marco temporal predeterminado, normalmente varios años, pero pueden vender la inversión antes de que finalice su plazo, en cuyo caso el valor de venta dependerá de las condiciones del mercado en ese momento. Este tipo de productos invierten en un abanico amplio de bonos muy diversificado, lo que aporta equilibrio a la cartera.