Este mercado facturó 17.000 millones de euros en nuestro país durante el 2022 y se espera que en los próximos cuatro años experimente un crecimiento de entre un 7 y un 9 %
10 dic 2023 . Actualizado a las 22:35 h.Bolsos que cuestan decenas de miles de euros, experiencias gastronómicas solo al alcance de unos pocos bolsillos, coches que el común de los mortales no puede ni soñar pilotar… El sector del lujo sigue mostrando su músculo a pesar de contar con un público objetivo aparentemente reducido. No parece conocer de crisis y, aunque la época de vacas flacas lleva un tiempo arrastrando a la economía del común de los mortales, el mundo prémium parece vivir ajeno a las flaquezas. Así lo muestra el último informe Perspectiva del Mercado de Alta Gama en España, un estudio elaborado de manera conjunta por el Círculo Fortuny y McKinsey & Company que apunta a que este sector crecerá entre un 7 y un 9 % anual hasta el año 2027.
Pero no solo el futuro es prometedor. También lo es ya el presente. Porque todo este mercado es ya rentable para la economía española. En el 2022, su facturación solo en nuestro país ascendió a los 17.000 millones de euros y, las empresas patrias que se dedican a este mundo, consiguieron hacerse un jugoso hueco en el mercado europeo, al representar un 4,5 % del conjunto del sector en el Viejo Continente. También tienen mucho que decir las firmas españolas dedicadas al lujo en el mercado mundial: copan un 1 % de los 1,4 billones de euros que mueven cada año.
Estas cifras también aportan (y mucho) a la economía del país. Según las cifras que manejan los expertos de McKinsey, la alta gama contribuye con sus ventas al PIB y lo hace en un porcentaje que calculan que se mueve entre el 0,5 y el 1 %, a lo que además suman otro 1 % si se tiene en cuenta lo que aportan las exportaciones, que ascienden a los 20.000 millones de euros y han crecido un 4 % desde el 2017: «Esto es un síntoma de un creciente reconocimiento internacional, especialmente en Europa y Estados Unidos, como principales mercados de destino», resumen. De hecho, asegura Xandra Falcó, presidenta de Círculo Fortuny, que «la excelencia cultural y creativa española está en un buen momento y seguirá creciendo en los próximos años, afianzando así su papel como motor de la economía».
Y dentro de todo este sector hay algunas tendencias que han apurado el paso estos últimos años y que están captando la atención de los expertos. Porque en nuestro país, esta industria ya factura más por experiencias que por artículos de alta gama. Todo lo que tiene que ver con la alta gastronomía, la hostelería, el turismo, el bienestar o los eventos, representa más de la mitad del mercado (un 51 % ) frente al de bienes y objetos personales (que se queda con el 49 %). Y la alta gastronomía y hostelería, empiezan a coger mucha carrerilla Porque la facturación de estos dos sectores aumentó un 13 % en el último año, mientras que el turismo y el bienestar lo hicieron un 11 %. Sin embargo, el gran rey es el ocio y los eventos, que han visto cómo sus cifras se disparaban un 31 %. Entre todos, suman una facturación total de 8.600 millones de euros.
La otra cara de la moneda la representan los bienes personales, que han experimentado un leve retroceso en sus ventas. Aunque no todos se han comportado de la misma manera. Porque cosméticos y fragancias han crecido un 8 % desde el 2019. No han corrido la misma suerte la moda, los accesorios y la marroquinería, cuyas ventas registraron una caída del 10 %; la joyería (que bajó un 6 %) o el mobiliario y la decoración (cuya caída, algo más «ligera», se situó en el 3 %). «A pesar de la incertidumbre económica, lo cierto es que existe un crecimiento de la base de clientes de alta gama a nivel local y con respecto al internacional, el regreso del turismo y la aparición de un nuevo perfil de residente internacional tendrían un impacto positivo en el sector», explican los autores del estudio que, además, añaden: «No obstante, hay cambios en el consumo que es vital conocer para decidir las estrategias a seguir por parte de la industria. En concreto, hay una evolución de las preferencias de consumo, de modo que asistimos al auge de la preferencia por lo discreto o silent luxury, así como por la casualización del estilo y la preferencia por lo local, pasando por la creciente relevancia de la experiencia frente al producto».
Cambian los perfiles
Los expertos también han aprovechado la presentación del informe para lanzar un mensaje de advertencia a las empresas dedicadas al lujo. A pesar del crecimiento experimentado, hay que seguir trabajando para analizar cómo se presenta el futuro y adaptarse a las nuevas demandas de los clientes. De hecho, advierten, están surgiendo nuevos perfiles que las marcas deben conocer y entender. El primero es el connaisseur, que muestra máxima atención a la alta artesanía y al lujo discreto. Este cliente posee un estilo de vida que busca distanciarse del resto y persigue la exclusividad en el trato y la experiencia.
En segundo lugar está el visible, que busca proyectar la pertenencia a la alta gama con preferencia por marcas que expresen su éxito y productos icónicos. El experencial, por su parte, busca la autenticidad y la sostenibilidad, con alta preferencia por la experiencia y que esta conecte con su sentido de bienestar y satisfacción. Por último, el llamado excursionista responde al cliente más ocasional, que busca recompensa puntual en la experimentación de la alta gama y con preferencia por experiencias y propuestas especializadas.