
El sector, profundamente masculinizado y con apenas un 11 % de féminas en España, aborda el reto de cubrir 700.000 empleos en un contexto de falta de profesionales
28 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En los últimos años, la construcción está teniendo muchos problemas para encontrar profesionales en un momento en el que la patronal del sector estima que va a hacer falta cubrir más de 700.000 vacantes entre empleos directos e indirectos. Y es que las perspectivas de crecimiento son grandes gracias a los fondos Next Generation, que están dando un gran impulso a las obras públicas. La solución puede estar en las mujeres, que actualmente solo representan el 11,1 % de las plantillas.
La construcción es un sector profundamente masculinizado, con una presencia de mujeres minoritaria y muy por debajo de la media. Entre otras razones, porque es una actividad con una cultura dominada por los hombres y en la que se percibe que requiere esfuerzo físico. El último informe del Observatorio de la Fundación Laboral de la Construcción indica que el mayor porcentaje de mujeres en el sector se sitúa entre las que tienen estudios superiores de ingeniería. El 60 % de las féminas que trabajan en empresas de esta actividad corresponden a este segmento altamente cualificado.
Tras las ingenieras, el segundo puesto en el que más mujeres hay en la construcción es el relacionado con las funciones de gestión administrativa y financiera. Sin embargo, hay una dificultad clara para incorporar féminas a pie de obra como personal de oficios. Es decir, que no hay electricistas, fontaneras o albañilas. «Las razones de este vacío son muchas y variadas, como la percepción de dureza, la desconfianza de clientes finales ante la capacitación de las mujeres en algunos oficios, los estereotipos creados sobre que la obra no es un trabajo para mujeres, los perjuicios sobre la imposibilidad de conciliar o los sesgos de género en los módulos formativos», explica Carmen Caro, directora de la división de infraestructuras de Catenon, una multinacional española dedicada a la búsqueda global de profesionales.
El cambio necesario para abrir de par en par a las mujeres las puertas del sector de la construcción atañe al conjunto de la sociedad. «Todos tenemos el deber de actuar como palancas facilitadoras para la inclusión de la mujer a cualquier fase del proceso productivo, motivando y desarrollando el talento», añade Caro. En los últimos años se han puesto en marcha iniciativas para promover la igualdad y la diversidad de género en todas las profesiones. Son acciones que marcan el camino y que están animando a muchas féminas a incorporarse a una actividad laboral que es uno de los principales motores de la economía y en la que son muy necesarias por la carencia de personal.
Es, quizás, el mejor momento para que la mujer dé el salto a la construcción, porque los desafíos que plantea la digitalización y la industrialización en el sector ofrecen muchas oportunidades de empleo y desarrollo. «A medida que se normalice la presencia de mujeres a pie de obra se desmontarán los actuales estereotipos, facilitando que cada vez sea mayor el número de profesionales femeninas que se incorporen a un sector que genera grandes oportunidades de futuro», añade la directora de infraestructuras de la consultora Catenon.