
El Gobierno ultima una reforma con bajas por nacimiento de hijos que sean más cortas y mejor remuneradas para evitar la desconexión laboral tanto del padre como de la madre
04 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En un país como Francia que ha construido toda su protección social sobre un equilibrio demográfico resulta urgente idear medidas que ayuden a frenar el declive inexorable de nacimientos y hacer frente al envejecimiento de la población. Hasta ahora, era uno de los países con la mayor tasa de fecundidad de Europa, pero en diez años, han pasado de 830.000 nacimientos anuales a 678.000, con una tasa de natalidad del 1,7 en 2023, lejos del 2,07 necesario para asegurar la renovación de las generaciones. Esto es lo que ha llevado a Emmanuel Macron a anunciar la creación de una «baja de nacimiento» de seis meses para los dos padres, que va a sustituir la actual baja parental. Será una baja «mejor remunerada y más corta que la actual», ha dicho el presidente francés, que quiere un «rearme demográfico del país».
Esta baja parental que se aplica hoy permite a los padres que lo deseen reducir o cesar su actividad profesional tras el nacimiento de un hijo. Es diferente y complementaria de la baja por maternidad, porque no es obligatoria, aunque el empresario no puede negarse a otorgarla. El trabajador con hijos con menos de tres años y que quiera acogerse puede pedir que su contrato quede suspendido por hasta un año (aunque pueden trabajar a tiempo parcial), y puede renovarlo entre dos y cinco veces dependiendo del número de hijos. Durante ese tiempo, recibe una indemnización de la Oficina de Ayudas Familiares de 429 euros.
El problema es que los franceses cada vez recurren menos a este programa, sobre todo porque consideran que las indemnizaciones son escasas. Según Emmanuel Macron, también porque la baja parental aleja «a muchas mujeres del mercado del trabajo». De hecho, son las cifras que ofrece un estudio del Observatorio Francés de Coyunturas Económicas, según el cual menos del 1% de padres lo solicitan y un 14% de madres. En el 2013 se acogieron a la baja por paternidad 500.000 personas (hombres o mujeres) y en el 2020 fueron menos de la mitad, 246.000.
El Gobierno piensa que si las bajas son más cortas y mejor remuneradas, responderán mejor a las demandas de los franceses que desean tener hijos sin poner freno a su vida laboral. Es lo que ha prometido Macron: permitir «a los padres estar junto a su hijo durante seis meses si lo desean». La idea de reformar la «baja parental» no es nueva. De hecho, el Gobierno de Elisabeth Borne se comprometió con los sindicatos a estudiar una baja más breve y mejor pagada para incitar sobre todo a los padres a solicitarla. Entre las posibles medidas que se barajaron estaba la de fijar la indemnización al 50 % del salario con un límite de 2.000 euros y durante un período de 4 meses.
Finalmente, y a falta de las discusiones con los actores sociales, el Elíseo ha precisado respecto a la remuneración que «la idea es salir de la lógica de una prestación social con una cantidad fija e ir hacia un sistema de indemnización diaria que sea igual para la baja por maternidad y por paternidad», y sería calculada a partir de un porcentaje del salario que todavía no ha sido fijado, aunque el límite máximo de indemnización serían 1.800 euros mensuales. El sindicato mayoritario, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), pide que no se suprima la baja parental actual porque se corre el riesgo de que las personas salgan del mundo laboral. En la misma medida se manifiesta la Unión Nacional de Asociaciones Familiares, que recuerda que muchos de los que se acogen a esta baja lo hacen a tiempo parcial, sin perder la conexión con el trabajo.
En su proyecto para «rearmar demográficamente» a Francia, Macron cuenta con lanzar otro plan de lucha contra la «plaga» de la «infertilidad», que también contribuye a que nunca se hayan visto cifras tan bajas de nacimientos desde la Segunda Guerra Mundial. Las medidas serán presentadas seguramente antes del verano, pero el Elíseo ya ha avanzado algunas ideas como las consulta gratuitas en diversos momentos de la vida (25, 45 y 65 años). Además, para la franja de los 25 años se establecerían medidas de prevención que estarían financiadas por la Seguridad Social.