El apagón analógico y eventos deportivos como los Juegos Olímpicos van a propiciar que en el 2024 se compren más televisores. En España se venden unos tres millones de aparatos al año y Samsung lidera el mercado desde hace 17 años, con una cuota de cerca del 40 %. Hablamos con el director de Consumer Electronics sobre las diferentes tecnologías de imagen y la llegada de la inteligencia artificial.
25 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Nacho Monge (Madrid, 1977) es optimista respecto al futuro del televisor, que defiende como el centro del entretenimiento familiar.
Siempre que se habla de tecnología de consumo se piensa en el smartphone y sin embargo el sector de los televisores es probablemente uno de los que más ha evolucionado en los últimos años. ¿No es así?
Sin lugar a dudas. El televisor ha sufrido una gran metamorfosis. Hasta el 2005 estaba el de tubo CRT. Ese año empezamos a ver los primeros televisores planos y el apagón analógico supuso un cambio de paradigma. Luego, en torno al 2009-2010 pasamos de apodarlo la «caja tonta» al Smart TV, y el televisor se convirtió en esa ventana a través de la cual nos llegaban contenidos de todo tipo; no solamente podíamos ver lo que ponían los broadcasters, los canales tradicionales, sino aquello que queríamos elegir. A partir de ahí empezaron a llegar Netflix, Prime Video, HBO... Después, hacia el 2015, pasamos de una definición HD a la ultra alta definición UHD. Y hace más o menos tres años, en el 2021, sacamos los primeros televisores 8K al mercado: es 16 veces más resolución de lo que tiene un consumidor ahora mismo en su hogar. Y esto es muy importante en televisores de gran tamaño, que también han experimentado un grandísimo crecimiento. Yo vendí los últimos CRT en España y la mayoría eran de 24 pulgadas, y ahora lo que más se vende son 65 o 75 pulgadas, es decir, tres veces más.
¿El consumidor español sigue pensando que una pantalla de televisión, cuanto más grande, mejor?
Sí, porque la sensación que percibe es mayor, lo que nosotros llamamos cinemática envolvente. El aumento de pantalla viene acompañado por una mejor resolución y mejor tecnología. No se vende un televisor de 75 pulgadas que no sea como mínimo UHD (4K). Incluso hemos visto, durante el 2023, un crecimiento muy importante en 85 y 98 pulgadas dentro del hogar.
¿A qué distancia hay que estar?
La óptima para un televisor de 85 pulgadas son tres metros, y muchos de nosotros tenemos esa distancia desde nuestro sofá a la pantalla. En 98 pulgadas no llega a cuatro metros, son tres y medio. Y hay mucho consumidor de televisores de 98 pulgadas, porque dan una sensación de súper ¡guau! cuando los ves, pero tienen que ir acompañados de la tecnología UHD.
Samsung tiene varias gamas diferentes: QLED, MicroLED, OLED, Lifestyle... ¿A quién se dirige cada una?
Samsung lidera el mercado de televisores en España desde hace 17 años, con una cuota de prácticamente el 40 %. Esto nos hace tener que desarrollar productos para todo tipo de consumidor, desde menos de 300 euros hasta más de 15.000. La tecnología más top es la MicroLED, pero todavía es muy de nicho. Desde mi punto de vista es la que produce la mejor calidad de imagen, porque es capaz de trabajar la luminosidad, seleccionar cada punto de luz de manera independiente, y es inorgánica, por lo que te da todas las ventajas. Además nos permite jugar con los tamaños sin importar la resolución, incluso con la forma. Podemos desarollar un MicroLED triangular o circular, pero bueno, eso es más para el sector comercial. Pero se cuentan con los dedos de las dos manos los productos MicroLED que se vendieron en España en el 2023. Luego tenemos la tecnología NeoQLED, capaz de reproducir la mejor calidad de imagen independientemente de la luminosidad que haya en la sala. Y somos capaces de fabricarla en un espectro muy grande, desde 43 a 98 pulgadas, de 4K hasta 8K. Es ya una tecnología de producción masiva.
¿La mejor calidad de imagen no es la de los televisores OLED?
Sin duda alguna, es la tecnología que proporciona la mejor calidad de imagen independientemente de la sala, y además es muy potente en el tema del color. Reproduce una calidad de imagen soberbia, para aquellos consumidores que quieren una experiencia cinematográfica, donde el negro cobra especialmente importancia y donde cada punto de luz se apaga y se enciende de manera independiente; es como el MicroLED pero con tecnología orgánica. El hándicap es el tamaño, aunque la gama OLED de Samsung en el 2024 irá desde 48 pulgadas hasta 83.
¿Qué tecnología es la que más se vende?
El QLED, con nuestra tecnología de puntos cuánticos, que consigue un nivel de color muy potente. La diferencia con el NeoQLED es que esta última además va con retroiluminación MiniLED, que hace que el dispositivo sea más delgado y la pantalla más precisa en cuanto a la luminosidad. Y también me gustaría detenerme en nuestra tecnología Lifestyle, muy diferenciadora y exclusivamente de Samsung. Son productos como The Frame, destinado a aquellos consumidores que quieren que el televisor tenga un rol no solo en cuanto a reproducir contenido, sino que se convierta en un elemento de diseño y decoración dentro del hogar; o The Serif, una gama menos conocida en España, pero que ya de por sí es un mueble con el que llenar la estancia.
Y también están los proyectores.
Los proyectores son unos elementos de reproducción digital que van a dar mucho que hablar y que tienen grandes posibilidades de crecimiento en los próximos años. Samsung tiene dos gamas, Premiere, que ofrece una calidad soberbia, y Freestyle, que son dispositivos portátiles. Por último, dentro de imagen y sonido tenemos nuestros televisores Terrace, diseñados para el exterior. Somos la única marca que hace equipos de este tipo, capaces de absorber todos los rayos del sol, de tal manera que cuando estás en la piscina o en una terraza de un bar puedes ver la imagen perfectamente, y además son resistentes al agua y al polvo.
Respecto a los proyectores, ¿por qué no son tan habituales en los hogares?
Los proyectores tradicionales tenían dificultades para reproducir una calidad de imagen aceptable en entornos de gran luminosidad, como un salón normal. Luego estaba el calentamiento de la lámpara y lo caro que era reemplazarla. Gracias a la tecnología láser hemos minimizado estos problemas. Por otra parte, los proyectores normalmente se ponían en el techo, lo que obligaba a hacer una instalación. Ahora hemos desarrollado una gama de proyectores de tiro corto y los puedes poner en un mueble pegado a la pared, a menos de 60 centímetros de distancia.
Uno de los puntos flacos de los televisores actuales es el sonido.
Todos los fabricantes somos conscientes de que cuando el diseño del televisor se hace cada vez más delgado comprometemos el sonido. Por eso recomendamos, para tener una experiencia completa, añadir una barra de sonido. En el 2024 vamos a mejorar esto, nuestros televisores y barras de sonido tope de gama van a incluir inteligencia artificial. Tanto el televisor como la barra van a poder hacer un análisis de la estancia y adecuar el sonido al espacio en el que están. Y también a los contenidos que reproduces. Es decir, no es lo mismo el sonido que necesitas cuando ves un partido de fútbol que cuando ves las noticias o una película de acción. Y otra cosa que hacemos es mejorar los diálogos. Los televisores y barras de Samsung, gracias a la inteligencia artificial, van a identificar la voz del diálogo y aislarla del ruido de fondo, de manera que sea más clara.
¿En qué otros aspectos del televisor va a intervenir la inteligencia artificial?
La vamos a aplicar de tres maneras. Uno, en la calidad de imagen, el televisor va a identificar qué fuente le viene a esa imagen y va a escalarla para hacerla lo más realista posible. El punto dos es el sonido, que ya hemos comentado. Y el tercero es que, gracias al Internet de las Cosas, el televisor va a poder ahorrar energía. No solo el propio televisor, al bajar el brillo cuando no haya nadie delante de la pantalla, sino también en los diferentes dispositivos que hay en el hogar, que podremos controlarlos, apagarlos o encenderlos desde el televisor.
La sostenibilidad es una de las claves de cualquier tecnología actual, ¿no es así?
Sí, en cualquier actividad de producción o industrial, pero en el tema de la electrónica de consumo todavía más. Prácticamente el 80 % de los elementos que utiliza Samsung en la fabricación de los materiales son reciclables, y estamos ya siendo certificados por nuestro empeño en la reducción de la huella de carbono, en pocos años alcanzaremos una emisión neta cero. Otro aspecto es el packaging de los productos, que hacemos mucho más sencillo y sostenible. Y otro ejemplo: desde hace tres años el mando a distancia de Samsung no lleva pilas. Vendemos en torno a un millón de televisores al año en España, así que hemos ahorrado ya seis millones de pilas en este tiempo. Esto tiene un gran impacto, si lo ponemos a nivel global nos podemos hacer una idea de la cantidad de toneladas de CO2 que está ahorrando Samsung en el mercado. Esta patente del mando a distancia sin pilas Samsung la ha abierto a todos los fabricantes, para que puedan ponerla en sus productos con la marca que quieran. Es decir, estamos comprometidos con la sostenibilidad.
¿Por qué fracasó el 3D en los televisores?
Es difícil encontrar una única razón, pero el que siempre dicta sentencia es el consumidor, que no terminó de aceptarlo. La experiencia no era la mejor y los contenidos no fueron mayoritarios. Pero está ahí y ahora tenemos una tecnología capaz de reproducir casi un 3D sin gafas. Cada objeto que aparece en la imagen somos capaces de darle un contraste diferente, de tal manera que parece que la imagen te da esa sensación de profundidad.
Cada vez se visualizan más películas, series y otros contenidos en otro tipo de pantallas, como el móvil, la tablet, el ordenador, gafas inmersivas... ¿Esto supone una amenaza para el televisor?
Desde mi punto de vista, no. En su momento lo vimos como una amenaza, pero yo creo que son oportunidades. El consumidor es democrático y en diferentes momentos verá contenidos de una manera u otra. Y lo importante es tener dispositivos que hablen entre ellos, por eso nosotros siempre pensamos en tecnologías abiertas para que tú puedas mover el contenido: estás viendo, por ejemplo, una serie en tu en casa, te tienes que ir y la sigues viendo en el avión, en tu teléfono plegable, que se hace bastante grande. Hace años hice un estudio con Movistar y fue muy interesante: cuando el consumidor ve un contenido hasta cinco minutos, prefiere el móvil; cuando va a verlo hasta 15 minutos, la tableta juega un papel muy importante, y a partir de 20-25 minutos el rey es el televisor. Los generadores de contenidos muchas veces deciden el formato y esto pasa con el streaming: YouTube se focaliza en el contenido móvil, no en los televisores, y quizá menos en ordenadores o tabletas. Evidentemente, cuando vas a estar más de media hora en un dispositivo viendo un contenido quieres una imagen soberbia, un tamaño de pulgada importante, y ahí el televisor es el rey. Y además nos permite verlo en familia, porque el televisor yo siempre lo he defendido como el centro de entretenimiento familiar. Es una experiencia que hoy sigue siendo global.
¿Qué posición ocupa Samsung en el mercado español?
A nivel de España está cerca de un 40 %. Y estos datos son mayores en los mercados de más valor. En los productos más premium, de más de 1.300 euros, Samsung vende casi uno de cada dos televisores. En 75 pulgadas, la gran pulgada, Samsung vende seis o siete de cada diez. Pero también tenemos una cuota de mercado importante en 50 pulgadas o en televisores de 500 euros.
¿Las cifras son ascendentes o ha ocurrido como, por ejemplo, en el mercado de los portátiles, que después de la pandemia hubo un descenso de ventas, o el de las tabletas, que algunos dicen que están en crisis?
El mercado español siempre vende tres millones de dispositivos al año. Durante la pandemia, en el 2020 vendió 3,6 millones y en el 2021 fueron 3,1 millones. A partir de ahí hemos visto un descenso en las ventas de dispositivos. En España, la media es de 1,3 televisores en cada hogar, el 99,9 % de los hogares tiene un televisor. En Alemania la media es de1,8 y en Inglaterra son 1,9. Tenemos todavía margen de crecimiento. El mercado ha descendido durante el 2022 y el 2023, pero creemos que ya ha tocado su suelo. Durante el primer trimestre de este año el apagón analógico va a tener un impacto al reemplazarse aquellos televisores más antiguos. Son televisores de menos valor, muy pequeños, de 24 o 32 pulgadas, pero vemos que hay una demanda latente. Y luego, en el segundo trimestre están los Juegos Olímpicos, y los meses que hay acontecimientos deportivos son muy importantes para la venta de televisores.