Para el director de negocio de Consumer Electronics en Samsung Iberia, el apagón analógico y eventos deportivos como los Juegos Olímpicos van a propiciar que en el 2024 se compren más televisores. En España se venden unos tres millones al año y Samsung lidera el mercado desde hace 17 años, con una cuota de cerca del 40 %. Hablamos con el responsable de la división sobre las diferentes tecnologías de imagen y la llegada de la inteligencia artificial.
25 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Nacho Monge (Madrid, 1977) es optimista respecto al futuro del televisor, que defiende como el centro del entretenimiento familiar.
—Siempre que se habla de tecnología de consumo se piensa en el móvil y, sin embargo, el sector de los televisores es uno de los que más ha evolucionado en los últimos años. ¿No es así?
—Sin lugar a dudas. El televisor ha sufrido una gran metamorfosis. Hasta el 2005 estaba el de tubo CRT y hace más o menos tres años, en el 2021, sacamos los primeros televisores 8K al mercado: es 16 veces más resolución de lo que tiene un consumidor ahora mismo en su hogar. Yo vendí los últimos CRT en España y la mayoría eran de 24 pulgadas, y ahora lo que más se vende son 65 o 75 pulgadas.
—¿El consumidor español sigue pensando que una pantalla, cuanto más grande, mejor?
—Sí, porque la sensación que percibe es mayor, lo que nosotros llamamos cinemática envolvente. El aumento de pantalla viene acompañado por una mejor resolución y mejor tecnología. No se vende un televisor de 75 pulgadas que no sea como mínimo UHD [4K].
—¿A qué distancia hay que estar?
—La óptima para un televisor de 85 pulgadas son tres metros y muchos de nosotros tenemos esa distancia desde nuestro sofá a la pantalla. En 98 pulgadas son tres y medio. Y hay mucho consumidor de televisores de 98 pulgadas, pero tienen que ir acompañados de la tecnología UHD.
—Samsung tiene varias gamas: QLED, MicroLED, OLED, Lifestyle... ¿A quién se dirige cada una?
—Samsung lidera el mercado de televisores en España desde hace 17 años. Esto nos hace tener que desarrollar productos para todo tipo de consumidor, desde menos de 300 euros hasta más de 15.000. La tecnología más top es la MicroLED, pero todavía es muy de nicho. Es capaz de trabajar la luminosidad, seleccionar cada punto de luz de manera independiente, y es inorgánica, por lo que te da todas las ventajas. Además nos permite jugar con los tamaños sin importar la resolución, incluso con la forma. Luego tenemos la tecnología NeoQLED, capaz de reproducir la mejor calidad de imagen independientemente de la luminosidad que hay en la sala. Y somos capaces de fabricarla en un espectro muy grande, desde 43 a 98 pulgadas, de 4K hasta 8K.
—¿La mejor calidad de imagen no es la de los televisores OLED?
—Sin duda alguna, es la tecnología que proporciona la mejor calidad de imagen independientemente de la sala, y además es muy potente en el tema del color. Es para aquellos consumidores que quieren una experiencia cinematográfica, donde el negro cobra especialmente importancia. El hándicap es el tamaño, aunque la gama OLED de Samsung en el 2024 irá desde 48 pulgadas hasta 83.
—¿Qué tecnología es la que más se vende?
—El QLED, con nuestra tecnología de puntos cuánticos, que consigue un nivel de color muy potente. La diferencia con el NeoQLED es que esta última además va con retroiluminación MiniLED, que hace que el dispositivo sea más delgado y la pantalla más precisa en cuanto a la luminosidad.
—También están los proyectores.
—Los proyectores son unos elementos de reproducción digital que tienen grandes posibilidades de crecimiento en los próximos años. Samsung tiene dos gamas, Premiere, que ofrece una calidad soberbia, y Freestyle, que son dispositivos portátiles. Por último tenemos nuestros televisores Terrace, diseñados para el exterior; son capaces de absorber los rayos del sol, de manera que cuando estás en la piscina o en una terraza de un bar puedes ver la imagen perfectamente, y además son resistentes al agua y al polvo.
—¿Por qué los proyectores no son tan habituales en los hogares?
—Los proyectores tradicionales tenían dificultades para reproducir una calidad de imagen aceptable en entornos de gran luminosidad, como un salón normal. Luego estaba el calentamiento de la lámpara y lo caro que era reemplazarla. Gracias a la tecnología láser hemos minimizado estos problemas. Por otra parte, los proyectores normalmente se ponían en el techo, lo que obligaba a hacer una instalación. Ahora hemos desarrollado una gama de proyectores de tiro corto y los puedes poner en un mueble pegado a la pared, a menos de 60 centímetros de distancia.
—Uno de los puntos flacos de los televisores actuales es el sonido.
—En el 2024 vamos a mejorar esto, nuestros televisores y barras de sonido tope de gama van a incluir inteligencia artificial. Tanto el televisor como la barra van a poder hacer un análisis de la estancia y adecuar el sonido al espacio en el que están. Y también a los contenidos que reproduces. No es lo mismo el sonido que necesitas cuando ves un partido de fútbol que cuando ves las noticias o una película de acción.
—¿En qué otros aspectos del televisor va a intervenir la IA?
—La vamos a aplicar de tres maneras. Uno, en la calidad de imagen, el televisor va a identificar qué fuente le viene a esa imagen y va a escalarla para hacerla lo más realista posible. El punto dos es el sonido. Y el tercero es que, gracias al Internet de las Cosas, el televisor va a poder ahorrar energía. No solo el propio televisor, al bajar el brillo cuando no haya nadie delante de la pantalla, sino también en otros dispositivos que hay en el hogar, podremos controlarlos, apagarlos o encenderlos desde el televisor.
—¿Por qué fracasó el 3D en los televisores?
—La experiencia no era la mejor y los contenidos no fueron mayoritarios. Pero ahora tenemos una tecnología capaz de reproducir casi un 3D sin gafas. Cada objeto que aparece en la imagen tiene un contraste diferente, de manera que la imagen te da esa sensación de profundidad.
—Cada vez se visualizan más películas, series y otros contenidos en otro tipo de pantallas, como el móvil, la tableta, el ordenador, gafas inmersivas... ¿Esto supone una amenaza para el televisor?
—Desde mi punto de vista, no, yo creo que son oportunidades. Lo importante es tener dispositivos que hablen entre ellos, nosotros siempre pensamos en tecnologías abiertas para que tú puedas mover el contenido: estás viendo una serie en tu casa, te tienes que ir y la sigues viendo en el avión, en tu teléfono plegable. Hace años hice un estudio con Movistar: cuando el consumidor ve un contenido hasta cinco minutos, prefiere el móvil; cuando va a verlo hasta 15 minutos, la tableta juega un papel muy importante, y a partir de 20-25 minutos el rey es el televisor. Los generadores de contenidos muchas veces deciden el formato y esto pasa con el streaming. Por ejemplo, YouTube se focaliza en el contenido móvil, no en los televisores, y quizá menos en ordenadores o tabletas. Pero cuando vas a estar más de media hora viendo un contenido quieres una imagen soberbia, un tamaño de pulgada importante, y ahí el televisor es el rey. Y además nos permite verlo en familia, porque el televisor yo siempre lo he defendido como el centro de entretenimiento familiar.
—¿Qué posición ocupa Samsung en el mercado español?
—Tiene una cuota de cerca del 40 %. Y este dato es mayor en los mercados de más valor. En los productos más premium, de más de 1.300 euros, Samsung vende casi uno de cada dos televisores. En 75 pulgadas vende seis o siete de cada diez.
—¿Las ventas de televisores son ascendentes o ha ocurrido como en el mercado de los portátiles, que después de la pandemia hubo un descenso, o el de las tabletas, que algunos dicen que están en crisis?
—El mercado español vende tres millones de dispositivos al año. En el 2020 se vendieron 3,6 millones y en el 2021 fueron 3,1 millones. A partir de ahí hemos visto un descenso. En España, el 99,9 % de los hogares tiene un televisor y la media es de 1,3 televisores en cada hogar. En Alemania es de 1,8 y en Inglaterra son 1,9. Tenemos todavía margen de crecimiento. El mercado ha descendido durante el 2022 y el 2023, pero creemos que ya ha tocado suelo. Durante el primer trimestre de este año el apagón analógico va a tener un impacto, al reemplazarse aquellos televisores más antiguos. Y luego, en el segundo trimestre están los Juegos Olímpicos, y los meses que hay acontecimientos deportivos son muy importantes para la venta de televisores.