El primer día laborable faltaron al trabajo en España 1,5 millones de personas, el doble que cuando llega el fin de semana, una epidemia que también afecta a Alemania
17 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Desde que existen los derechos sociales, los lunes han sido siempre el día en el que más bajas laborales se registran. El año pasado fueron 1.525.709 y lo más llamativo es que es el doble de las que se produjeron los viernes, con solo 736.166. Es decir, que los trabajadores tienden a enfermar el primer día de faena y a recuperarse a las puertas del fin de semana, una extraña epidemia que afecta históricamente a España, pero también a países como Alemania que están muy preocupados por el fenómeno e intentan corregirlo con más medidas de control.
El último informe de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) muestra a las claras cómo la incidencia de las bajas laborales va descendiendo desde el pico que marca los lunes. El bajón ya se deja notar los martes, con 1.078.893 partes en el 2023. Los miércoles y jueves muestran una pauta similar, pero siempre en ligero descenso, con 1.005.259 y 922.603 partes, respectivamente.
En cuanto a las enfermedades, las más comunes a la hora de justificar una ausencia del trabajo son las del sistema osteomioarticular. Es decir, las que afectan a huesos, tendones, músculos y articulaciones. Son el 31,36 % del total, seguidas de los trastornos mentales, con el 17,32 %. Es decir, que casi la mitad de las bajas laborales son por dolencias de difícil objetivación, en las que la palabra del enfermo tiene mucho peso. ¿Qué médico puede determinar que alguien al que le duele la espalda o dice padecer ansiedad no tiene en realidad ningún problema de salud? Ninguno.
Si lo que se analiza es la edad, el sector con más absentismo es el de los empleados con edades comprendidas entre los 36 y los 50 años, que suponen dos de los más de ocho millones de bajas por contingencia común, mientras que los sectores más afectados son el comercio al por menor y los servicios de comida y bebida.
Como en Alemania y en otros países europeos, la patronal de las mutuas españolas está muy preocupada por la evolución de las bajas laborales. No es para menos, España lidera el absentismo en Europa —le siguen Francia y Portugal—, con un coste que se calcula supone el 1,4 % del PIB. El informe de AMAT lo valora en 25.326 millones de euros, el doble que antes de la pandemia. Si entre el 2007 y el 2012 una media del 2 % de los trabajadores faltaban a su puesto por motivos de salud, esa cifra se elevó hasta el 4,1 % el año pasado. La media de la UE es del 2,5 %. «No es posible entender que en el 2023 la salud de los españoles haya empeorado tanto», señala Luis Méndez, director de asuntos laborales de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), la entidad junto a la que AMAT presentó su reciente informe sobre el absentismo.
Las causas no son únicamente achacables a que haya trabajadores que finjan o exageren sus dolencias. Desde el sindicato CC.OO. también apuntan que el deficiente funcionamiento del sistema público de salud, con listas de espera en citas, especialistas, pruebas e intervenciones, también provoca el repunte de las bajas. Y hay otro factor a tener en cuenta: la generación Z está menos comprometida con sus empresas.