Podría decirse que está en la pole position de los directivos del sector de los automóviles de lujo. Adrian Hallmark deja Bentley para convertirse en el director ejecutivo de Aston Martin, la mítica marca de coches de superlujo que estará siempre ligada a James Bond. Con más de 25 años de experiencia, el nuevo responsable de la marca asumirá sus funciones como muy tarde el 1 de octubre, dando así el relevo a Amedeo Felisa al frente de la marca.
Hallmark tiene dos grandes retos en esta nueva etapa dentro del mundo de los coches de lujo: reforzar las ventas de los Aston Martin de calle e impulsar su división deportiva, incluyendo también la Fórmula 1—en el equipo está ahora Fernando Alonso— para lo que la compañía está construyendo una factoría de última generación que además es la primera en cumplir con la normativa ISO 5000.
El anuncio del nuevo puesto de Hallmark, de 61 años, llegaba prácticamente a la vez que la presentación de los últimos resultados de Bentley, la marca que ha dirigido Adrian Hallmark durante seis años. «Redefinir la movilidad de lujo para el futuro con una marca tan fuerte es una tarea que asumí con pleno compromiso y gran placer. Ahora ha llegado el momento de afrontar nuevos desafíos», decía cuando se hacía público el fichaje por Aston Martin. El broche de su etapa en Bentley lo puso presentando los segundos mejores resultados de su historia, aunque con una caída de un 11 % en las ventas con respecto al año 2022. Se ha vendido menos, pero han crecido las personalizaciones, explicaba la empresa sobre su desempeño en los últimos 12 meses. Que se vendan menos vehículos pero que la clientela invierta más en personalizarlos ha significado unos beneficios de 589 millones de euros.
Con el deber cumplido en Bentley (marca que por cierto también ha conducido en alguna ocasión James Bond), Adrian Hallmark podrá utilizar su larga experiencia en el sector, donde ha desempeñado cargos en firmas como Land Rover, Saab y Porsche, para apuntalar la situación de Aston Martin como el cuarto director ejecutivo que tiene la marca de gran lujo desde que fuera rescatada por Lawrence Stroll en el año 2020.
Desde entonces, la compañía ha estado reuniendo capital y, de hecho, desde el año 2022 el fondo de inversión pública de Arabia Saudí, Zhejiang Geely Holding Group Co. y Lucid Group Inc., fabricante de vehículos eléctricos se han hecho con participaciones de la firma británica. El anuncio de Adrian Hallmark como nuevo director ejecutivo se ha realizado apenas unas semanas después de un proceso de refinanciación de 1.400 millones de dólares con el objetivo de despejar las dudas de los inversores en el balance de la empresa.
Las credenciales de Adrian Hallmark están claras y las resumía él mismo en la presentación de resultados de Bentley: había conseguido que, vendiendo apenas unos pocos miles de coches más que en la primera década del siglo XXI, el beneficio anual se haya multiplicado por cuatro.
Lo ha hecho con una política de recorte de gastos, incremento de precios y una clara apuesta por la personalización. Eso, sin que le haya temblado la mano a la hora de decidir posponer al 2026 el lanzamiento del primer Bentley totalmente eléctrico. «La transformación de Aston Martin es uno de los proyectos más apasionantes dentro de la industria del automóvil de ultralujo» afirmaba su nuevo director ejecutivo tras hacerse público el nombramiento de Hallmark.