Galicia participa, junto a diferentes organismos de los Países Bajos, Malta y Turquía, en un programa de intercambio dirigido a fomentar el emprendimiento en las zonas rurales mediante la transferencia de innovación a sectores como el agrícola, la bioeconomía, el turismo sostenible o la llamada economía azul
09 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El contexto socioeconómico y la capacidad de emprendimiento que se observa en algunas zonas rurales de Galicia difiere mucho del que se puede encontrar al sur de los Países Bajos, en la isla de Malta o en alguna región de Turquía. No obstante, el acceso a la innovación suele toparse con dificultades muy similares que limitan el crecimiento económico y la competitividad de las iniciativas empresariales que surgen en dichos entornos. Remover dichos obstáculos mediante el intercambio de buenas prácticas y la colaboración de redes de personas, organizaciones e instituciones del rural con el fin de fomentar el espíritu empresarial y, en definitiva, llegar con las ideas al mercado es lo que se propone el proyecto InnovationGUIDE en el que participan entidades de cuatro países, que en Galicia lidera la Fundación Empresa-Universidad Gallega (Feuga).
InnovationGuide tiene por objeto identificar las necesidades regionales y conectar ecosistemas de innovación rural para fomentar el emprendimiento y el desarrollo económico. El proyecto está financiado por el Consejo Europeo de Innovación y la Agencia Ejecutiva de Pymes con cerca de medio millón de euros, y estará desplegado durante todo el año 2024.
Los socios implicados fueron seleccionados en función de su dedicación y excelencia, constituyendo así un consorcio integrado, aparte de por Feuga, por la Asamblea de Exportadores de Turquía, la Universidad de Maastricht, en los Países Bajos; así como el Colegio de Artes, Ciencia y Tecnología de Malta, la Asociación de Emprendedores Sociales y el Startup Centrum, en representación de Malta.
Un documento común para transferir conocimiento
Noelia Vilar, directora de Innovación y Transferencia del Conocimiento de Feuga, explica que de lo que se trata es de analizar los factores que contribuyen a la innovación para generar dinamismo económico y crear «nuevas oportunidades de negocio» en las zonas rurales que permitan asentar población. De este modo, se analizarán las fortalezas y obstáculos que hay en cada comunidad, o incluso las necesidades de financiación y como conseguirla, con la finalidad de «crear un documento único» que establezca las pautas para hacer el conocimiento transferible a distintas realidades. «Lo importante es que nada se quede en el laboratorio, sino que el programa salga al mercado», recalca Vilar, para dotar así al emprendimiento rural de nuevas herramientas.
Es por eso que el proyecto hará especial hincapié en el análisis de las buenas prácticas llevadas a cabo en otras regiones y que han contribuido a mejorar sus indicadores de innovación. Estos indicadores son medibles a nivel europeo en el llamado ICR, el índice de competitividad regional, publicado por primera vez en el 2010 y que se actualiza cada tres años, en el que se determinada la capacidad de una región para ofrecer un entorno atractivo para que las empresas y los residentes viven y trabajan en ella.
En el trabajo desplegado por el gestor gallego del proyecto están analizando, por ejemplo, la capacidad de innovación de un país similar a España, como es Italia, junto a otro que ha generado un ecosistema innovador más avanzado, como es el caso de Alemania. El caso concreto nos conduce al sur de Alemania, a la puesta en marcha de ruta cicloturista que puede ser consultada con mapas digitales. Bastó una pequeña innovación, que consistió en superponer la localización de negocios locales de hostelería, turismo sostenible o venta de productos ecológicos, para aportar valor añadido a las actividades que se desarrollan en esas zonas rurales, aumentando además el número de clientes potenciales.
Jornada de trabajo en Santiago para evaluar las barreras y las oportunidades en el campo
El proyecto InnovationGuide actuará sobre cuatro sectores, la agricultura, el turismo sostenible, la bioeconomía y todo lo concerniente a la economía azul, es decir, la importancia que tiene el mar como motor económico por su gran potencial para la innovación y el crecimiento. El próximo 20 de junio se celebrará en Santiago, en la sede de Feuga, una jornada de trabajo, bajo el título De la idea al mercado: impulsando el emprendimiento rural a través de la innovación, con el fin de evaluar los resultados adquiridos.
Dichos resultados proceden en gran medida de un cuestionario dirigido a identificar las barreras y oportunidades en la innovación rural en Galicia, pero concebido también para que pueda ser usado en los cuatro países socios del consorcio del proyecto. Se trata así de homogeneizar respuestas y poder diseñar más efectivamente la estrategia de transferencia y para poder replicar a futuro de los resultados de esta experiencia.
El evento será una oportunidad para conectar a los principales actores —emprendedores, oenegés, académicos y organismos públicos—, inspirarse con ejemplos reales de buenas prácticas y discutir necesidades que servirán de base para transmitir soluciones innovadoras a los desafíos que enfrenta el emprendimiento rural en Europa.