Quescrem, el «mascarpone» gallego que conquista el mundo

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Innolact, la empresa fundada en 2006 en Castro de Rei, vende en 42 países de cinco continentes y produce casi el 30 % de la energía que consume

30 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni Sergio Martínez Alonso, director general, ni los otros tres socios fundadores de Innolat, Juan Méndez, Jesús Zapico y José Luis Antuña, imaginaron la trayectoria que iba a seguir la empresa láctea creada hace 18 años. Surgió del campus de Lugo de la Universidade de Santiago de Compostela. Martínez Alonso, coruñés de 50 años (vive en Lugo desde hace 32), ingeniero agrónomo, trabajaba en el Aula de Productos Lácteos de la facultad. «Las circunstancias nos dieron la idea de desarrollar la tecnología para elaborar queso crema [...]. Empezó como una aventura que tenía unas bases sólidas: un equipo humano multidisciplinar con mucho empuje, ganas, formación (con conocimiento tecnológico y capacidad de innovación) y experiencia en producción, industrialización, comercial y de gestión», repasa.

Nada podía fallar, y casi nada falló, aunque los inicios resultaron duros: «La puesta en marcha de la fábrica requirió una inversión muy importante y no teníamos recursos». «En el 2006, el sector lácteo gallego estaba anclado, era muy poco dinámico, había muy poca innovación. Queríamos hacer algo diferente y no nos planteamos a dónde podríamos llegar», recuerda. Hoy se han convertido en referente e inspiración. Quescrem es su marca comercial, con la que venden queso crema, mascarpone, kéfir y otros productos de alto valor añadido en 42 países de los cinco continentes. Con 112 puestos de trabajo directos, la planta montada en Castro de Ribeiras de Lea (Castro de Rei) facturó 25,16 millones de euros en el 2023. Sus materias primas son la leche y la nata, que compran a ganaderos de la zona; y la mazada, o suero de mantequilla, que adquieren en Galicia, Asturias y Castilla y León. Empezaron con el queso crema y en el 2009 detectaron la oportunidad y se lanzaron con el mascarpone. 

«El producto que había en el mercado tenía muchas dificultades de vida útil, y aplicamos una tecnología que nos permitió presentar un producto de alta calidad y con más vida útil», detalla Martínez Alonso. Sus primeros mercados fueron España y Portugal, y en el 2010 iniciaron su expansión internacional, con la incorporación de Daniel Sineiro, «en Oriente Medio, Asia Pacífico, el sudeste asiático, Europa...». En China, que absorbe casi el 20 % de sus ventas, cuentan con una filial con personal propio, Shanghái Innolact Business. «El chino es un mercado muy complicado, pero también muy dinámico, nos permite innovar», subraya.

La única empresa gallega (y la primera de España) que elabora queso mascarpone compite con Italia, pero también con Alemania y Austria. «Y en el queso crema, con las grandes multinacionales», señala. Pero sus mayores competidores en Asia son las fábricas neozelandesas y australianas, «con tratados de libre comercio muy ventajosos».

 La sustentabilidad representa uno de sus objetivos y cerca del 30 % de la energía eléctrica que consumen se genera en su propia planta de biogás y su instalación fotovoltaica. «Queremos llegar a superar el 50 % de la energía de autoconsumo», comenta. Satisfecho con el recorrido de la firma, tanto en España como fuera, el director general de Innolat se siente especialmente orgulloso de «llevar el nombre de Galicia por el mundo». «Nos gusta vender productos con nuestra marca, que se sepa que el origen es gallego, por la calidad que eso supone», recalca.