Bernardo Casp, el aire fresco de Druni

Mercedes Mora REDACCIÓN / LA VOZ

MERCADOS

El nieto del fundador de Druni, firma familiar que se ha hecho con el control de la gallega Arenal, llega cargado de nuevas ideas para darle un giro radical a la estrategia de comunicación de la empresa

21 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Vázquez Marzán salen definitivamente del capital de Arenal, la cadena de perfumerías que nació hace casi medio siglo en un bajo de apenas 30 metros cuadrados en unas galerías comerciales entre las calles Camiño Real y Concepción Arenal, en Lugo. Le han vendido el 40 % que aún conservaban a Druni, otra firma del sector, cuya historia guarda muchas similitudes con la de la gallega. Es algo más antigua. Nació en 1947, aunque todavía con ese nombre. Y, como Arenal, comenzó a gestarse en una droguería. Esta, en el centro de Carlet, un pequeño pueblo valenciano, donde la compañía mantiene su sede y su fábrica.

Maite Marzán fue quien plantó el germen de la cadena gallega; y Bernardo Casp Clariana, el de Druni. Hijo de tendera (su madre tenía un bazar y su padre era transportista), no quiso estudiar. Abandonó los libros, hizo la mili y, a su regreso, se dedicó a vender productos de limpieza a lomos de una bicicleta. Por su pueblo y los de los alrededores. Hasta que se animó a abrir la droguería.

La primera tienda con el nombre de Druni la inauguraron en 1987. Fue en la Alcudia, localidad muy cercana a Carlet. Hoy tienen 383 repartidas por toda España.

Al frente del negocio, Bernardo Casp Sanz, hijo del fundador, que será también quien se haga cargo de las riendas de Arenal, tras la salida, anunciada esta misma semana, de Rafael Marzán, el hasta ahora consejero delegado de la cadena de perfumerías gallega.

En el capital de Arenal están también los portugueses de Sonae. Desde el 2019. Con el 60 %.

Ahora, lusos y valencianos unen sus fuerzas para alumbrar un grupo que superará los 1.000 millones de facturación, tendrá más de 400 establecimientos y unos 5.000 empleados.

Los Casp, representados por los hijos y los nietos del fundador, tendrán el 50% del capital y el timón del nuevo gigante del sector, que se batirá el cobre con Primor.

Y son precisamente esos miembros de la tercera generación de la familia los que han dejado atrás el bajo perfil público que ha mantenido el clan valenciano desde los tiempos del patriarca, fallecido en octubre del 2000, cinco años antes de que un gran incendio devorase un almacén de la compañía de más de 8.000 metros cuadrados en Carlet y se llevara por delante la vida de dos informáticos que quedaron atrapados en las oficinas. Sin duda, uno de los momentos más dramáticos de la historia de Druni.

Y, entre los nietos del fundador hay uno que destaca sobre todos los demás. Se trata de Bernardo Casp Nogués. Hijo del consejero delegado de la cadena, aterrizó en el negocio familiar hace ahora tres años, procedente de Alemania, donde había estado trabajando. Es el director del departamento de márketing y le ha dado un giro radical a la estrategia de comunicación de la empresa. Su principal arma, el pódcast de la compañía, que él mismo presenta.

Lo cierto es que ha conseguido Casp Nogués que se hable, y mucho, en las redes sociales de la compañía que fundó su abuelo. Y no necesariamente tratando temas relacionados con el negocio de los perfumes, porque en su pódcast se habla de todo. Tienen capítulos con más de 80.000 visualizaciones. El objetivo: seducir el olfato de los más jóvenes.