La historia de la industria gallega del granito comenzó a escribirse en el siglo XX, cuando el sector se convirtió en uno de los principales motores de la economía de la comunidad.
En la actualidad, Galicia es líder en la producción de granito ornamental en España, generando el 53,1 % de las toneladas totales extraídas, como revela la última Estadística Minera de España, elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Desde los años setenta, la actividad extractiva de las canteras gallegas de granito perdió peso en favor de las industrias de elaboración de la piedra natural. Esta transformación del sector favoreció el aumento de las ventas al exterior. Hoy en día, el 79 % de las exportaciones de granito bruto españolas tienen su origen en Galicia, como indican desde el Clúster del Granito de Galicia.
La calidad de algunos granitos y la proximidad de sus yacimientos a buenas comunicaciones han favorecido la concentración de la actividad extractiva para exportación, alcanzando mercados como Estados Unidos, Francia o Alemania. El caso más destacado es el del Macizo de O Porriño, pero esta situación también se da en otros macizos, como los de Ribadavia, Ourense, Caldas de Reis y Puebla de Parga.
Recientemente, se ha presentado la actualización del Catálogo de Granitos de Galicia, que recopila todas las variedades que se extraen como roca ornamental en la región.
Esta herramienta, elaborada por el Centro Tecnolóxico do Granito de Galicia, incluye más de 45 variedades de granito, extraídas de 54 canteras.
Reciclable y sostenible
Las múltiples propiedades del granito lo convierten en un emblema de la construcción sostenible. Se trata de un material de gran dureza y resistencia al paso del tiempo, que apenas necesita mantenimiento. Su gran inercia térmica favorece el confort térmico de las viviendas y el ahorro energético. La piedra natural también es un material ignífugo, por lo que ni es combustible, ni facilita la propagación de las llamas.
La reciclabilidad del granito permite reutilizarlo en nuevas construcciones, reduciendo su huella ambiental y favoreciendo el modelo de economía circular. Su extracción, directamente de las canteras, no implica ningún proceso de transformación químico. Además, la industria de la piedra natural no genera materiales de desecho, de forma que el aprovechamiento del recurso es máximo.
Algunos ejemplos son la producción de áridos graníticos con los descartes de la extracción de grandes bloques o el uso de los serrines procedentes del serrado de bloques para tareas de relleno y restauración de las explotaciones. Estos serrines están caracterizados en la Materioteca de Galicia, gestionada por la Cámara Oficial Mineira de Galicia y el CIS Tecnología y Diseño, cuyo objetivo es identificar nuevos usos para los materiales y localizar materias primas críticas, en pro del desarrollo de la minería circular.
Los productos resultantes de la transformación del granito gallego son muy valorados, tanto en interiores, para la fabricación de encimeras de cocina, escaleras o suelos; como en exteriores, para su uso en pavimentación, fachadas de edificios, obras públicas, mobiliario urbano o piezas arquitectónicas singulares.
La fortaleza de la industria gallega de la piedra natural y su liderazgo exportador la posicionan como un referente en la producción y transformación de este recurso. También destaca su potencial de empleo, que ocupa a unos 4.500 trabajadores, directos e indirectos, en el ámbito del Clúster del Granito de Galicia. Unas cifras que han situado a Galicia en una posición estratégica, como la segunda industria de granito en Europa y la quinta a nivel mundial.