El consumo de litros de esta bebida en nuestro país supera al de todo el conjunto de Latinoamérica y solo la cantidad que se comercializa en los supermercados supone 229 millones al año
01 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La inflación también ha tenido su impacto en el consumo fuera del hogar. No es para menos. Si llenar la despensa es un reto para muchas familias, salir a tomar una caña ya es un imposible. Según un reciente estudio elaborado por los expertos de Kantar, los españoles se piensan cada vez más salir a comer fuera de casa. Y no solo se lo plantea más, si no que ese tiempo de ocio se lleva a cabo de forma más planificada y ligada a alguna ocasión especial para disfrutar en pareja, en familia o con amigos. El aumento del coste de la vida hace estragos, porque estas salidas pensadas y organizadas les suponen un mayor coste que hace unos años.
Los datos de Kantar apuntan a que un gran porcentaje de consumidores ha decidido dejar de alimentarse fuera de casa en el día a día y solo mantienen aquellas comidas relacionadas con el placer y el relax, con especial protagonismo de las cenas, los fines de semana o el conocido como tardeo. Uno de los principales damnificados este año está siendo el tapeo que rodea a eventos deportivos. Porque se ha reducido mucho eso de ir al bar con amigos para ver el fútbol.
Y es posible que muchos de los que acuden en días de ocio a uno de estos establecimientos se dejen embelesar por la cerveza sin alcohol, que, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en una de las reinas de las barras patrias. No en vano, en España, se consume más cerveza sin alcohol que en toda Latinoamérica y actualmente, esta bebida supone el 14 % de la ingesta total cervecera per cápita que se registra en nuestro país. Tal y como atestiguan las cifras de la consultora Circana, esta variante ya centra gran parte de las estrategias de innovación de las empresas líderes que ven las grandes cifras que empieza a mover esta pata de su negocio: solo en el supermercado, esta bebida mueve 229 millones de euros al año.
Entre junio del 2023 y mayo del 2024, las grandes superficies y tiendas de barrio vendieron un total de 129 millones de litros de cerveza sin alcohol, lo que supone un crecimiento del 2,7 % en comparación con el mismo período del año anterior. En esta partida también se ha notado (y mucho) el impacto de la inflación. Porque aunque el consumo en litros ha aumentado algo menos de un 3 %, el presupuesto familiar destinado a la adquisición de esta bebida espumosa lo hizo casi un 8 %.
Es tal el éxito que ha alcanzado en nuestro país que la última edición del Informe socioeconómico del sector de la cerveza en España señala que puede presumir de tener el porcentaje de consumo de las variedades sin alcohol en relación con el total de cerveza más alto de todo el mundo occidental. «El consumo total, en volumen de hectolitros de cerveza sin alcohol, fue el mismo en España que en toda Latinoamérica», incide una vez más el informe.
ingesta responsable
¿Por que tiene tanto tirón esta alternativa en nuestro país? El sector achaca este fenómeno a los hábitos de ocio de los españoles, así como a la buena consideración que tiene entre los consumidores. Así, es una opción popular que se escoge «gracias a su frescor y sabor» y, además, a la «elevada responsabilidad de sus consumidores». Responsables, porque casi la mitad de las ocasiones en las que se consume cerveza sin alcohol se asocia con la conducción.
«España es un caso de estudio, un fenómeno extraordinario», explicaba hace unos días Alberto Rodríguez-Toquero, director general de Circana, en el pódcast Efeagro Punto de Encuentro. En este sentido, argumenta que «la gente consume cerveza por el sabor, por su poder refrescante o para quitar la sed». «Hay momentos en los que la opción de consumir alcohol no es la adecuada porque hay que trabajar, conducir o realizar alguna actividad incompatible con el consumo de alcohol», insiste.
Y al igual que le sucede al resto del mercado, el verano es uno de los momentos de mayor aceptación por esta bebida. Tal y como recoge el estudio de Circana, al igual que el resto de las cervezas, es un producto bastante estacional que acumula en torno al 10 % de la demanda entre los meses de junio a septiembre.
Sube la demanda y el precio
La cerveza no escapa a dos fenómenos básicos de la economía. El primero, la ley de la oferta y la demanda. Sube lo segundo y, con ello, se dispara el precio. Pero es que este producto, como no podía ser de otra forma, también se ha visto profundamente afectado por los efectos de la inflación. Así, la cerveza «sin» que se vende directamente a los hogares tampoco ha sido capaz de escapar del contexto general de subida de precios.
Según el último informe del IPC —con datos referentes al mes de junio— esta bebida se ha encarecido un 3,6 % en el primer semestre de este año. Es un registro más alto que el 2,5 % que se ha anotado la categoría de bebidas no alcohólicas.
Perfil del consumidor
Esta consumición gana adeptos en toda España, pero hay algunos hogares que son más predilectos. Así, según el panel de consumo alimentario que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación —y cuyos últimos datos corresponden al año 2023—, cada español bebe una media de 3,16 litros de cerveza sin alcohol al año, solo teniendo en cuenta el consumo dentro del hogar, una cantidad a la que habría que añadir la actividad que se realiza en bares y restaurantes.
Al otro lado de la balanza, y que muestra que todavía sigue ganando la batalla, se sitúan la referencias con alcohol, que todavía protagonizan una media de 16,13 litros al año por cada habitante. El informe señala que el perfil de consumidor de cerveza sin alcohol es un hogar de clase media, pero sobre todo alta y media alta, cuyo responsable de compras supera los 50 años de edad y cuyo ciclo de vida se corresponde con jubilados, parejas adultas sin hijos y parejas con hijos ya mayores.
El vino sigue gozando de buena salud en España, con un crecimiento del 1,4 % en el 2024
El vino también goza de buena salud en nuestro país, donde no solo se trata de un producto muy venerado sino que sigue ganando adeptos. El consumo aparente de este oro líquido se incrementó en España en un 1,4 % en términos interanuales, comparando el mes de mayo del 2024 con el mismo período del 2023. Así, alcanzó los 9,83 millones de hectolitros, según los últimos datos del informe trimestral sobre el consumo de vino en España, elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino y que hace unos días presentó la Interprofesional del Vino de España (OIVE).
La cifra no puede ser más positiva, porque ya es el mejor dato registrado desde octubre del 2022, la última vez que se alcanzó la barrera de los 10 millones de hectolitros. Además, estos números muestran la ligera recuperación del consumo de vino en España, aunque aún siguen lejos de las cifras prepandemia, cuando se alcanzaron los 11,09 millones de hectolitros (concretamente en febrero del 2020), un total que supuso el máximo de toda la serie histórica.
Canal alimentación
El informe presentado recientemente por la OIVE no es el único que atestigua los buenos tiempos que corre este sector. Un estudio de la consultora Nielsen IQ también muestra una evolución cada vez mejor del consumo de vino en el canal de alimentación, principal canal de venta de esta bebida en España. En concreto, ha crecido un 4 % en los últimos doce meses, hasta alcanzar los 1.763 millones de euros en el mes de mayo, con respecto al mes anterior, lo que además supuso un crecimiento del 0,1 % en términos de volumen.
No son tan positivos los datos del consumo de estos caldos en el canal de la hostelería, que parece haber frenado su recuperación pospandemia, tras caer un 3,1 % en volumen.