Pueblos y ciudades alpinas al alza

Valentina Saini TRENTO

MERCADOS

Valentina Saini

El cambio climático impulsa la demanda inmobiliaria en zonas de montaña para evitar los veranos abrasadores en urbes como Milán, Verona o Bolonia

22 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

 Sentados en las terrazas de la ciudad alpina de Trento (nordeste de Italia), a finales de agosto, no solo había turistas de toda Europa, sino también profesionales entre los treinta y cuarenta años con auriculares y portátiles, concentrados en hacer llamadas o enviar correos electrónicos. Uno de ellos era Gabriele, 39 años, un consultor de empresas originario de Verona, a unos cien kilómetros de allí. «Hacía demasiado calor, no podía trabajar. No tengo aire acondicionado y no podía dormir por las noches, así que decidí pasar unos días aquí. No es para hacer turismo, estoy trabajando, pero como estamos más cerca de los Alpes hace un poco más de fresco», dijo a La Voz.

Debido al cambio climático, que en verano abrasa ciudades del norte como Milán, Verona o Bolonia, cada vez más italianos están descubriendo los atractivos de las localidades y pueblos de montaña. El meteorólogo Luca Mercalli, muy popular en el país transalpino, ya lo había advertido en el libro que publicó en el 2020: «pronto el verano en las ciudades se hará invivible, pero [en los pueblos alpinos] todavía se podrá estar bien y surgirán nuevas oportunidades profesionales y de vida».

A mediados de agosto Il Sole 24 Ore, el principal diario económico italiano, dedicó su portada al auge de la compra de inmuebles en municipios de montaña como Cortina d'Ampezzo, donde el precio de la vivienda ha subido un 38 % en los últimos diez años; el titular destacaba el calentamiento global entre los factores que están impulsando las adquisiciones en los lugares de montaña.

Cortina d'Ampezzo es un exclusivo centro turístico de los Alpes del Véneto (nordeste), que en el 2026 acogerá los Juegos Olímpicos de Invierno junto con Milán; allí el auge inmobiliario está impulsado por los superricos. Por otro lado, el aumento de la demanda inmobiliaria en el pueblo termal de Recoaro Terme, a 500 metros de altitud cerca de los Dolomitas, está impulsado por familias de clase media. Varios agentes inmobiliarios de la zona con los que ha hablado La Voz han confirmado el creciente interés por los pequeños pisos y casitas de montaña que allí se pueden comprar a precios bastante asequibles.

«Quien vive en Bolonia o en Verona sin duda aprecia nuestro clima fresco y lluvioso en verano», dijo sonriendo Lucía, una profesional independiente que divide su tiempo entre Turín, donde trabaja, y Recoaro Terme: «Yo también en agosto me escapo del calor insoportable de Turín para refugiarme aquí, donde nací y tengo a mis padres».

Demanda

La demanda de viviendas es aún mayor en las ciudades de Trento y Bolzano, en la cercana región de Trentino-Alto Adigio, lo que también dispara el precio del alquiler. Jacopo es un investigador que ha vuelto del extranjero con su mujer y sus dos hijos, y es profesor en la Universidad de Trento. Paga más de mil euros de alquiler, «una cifra que no me esperaba en una ciudad de apenas cien mil habitantes». Probablemente, además de por el clima más fresco en verano, Trento resulta atractiva por el dinamismo de su economía y las inversiones del Gobierno local en investigación y sostenibilidad (aquí se encuentra, por ejemplo, la Fundación Bruno Kessler, uno de los principales centros para la inteligencia artificial en Italia).

Lo mismo ocurre con Bolzano, a unos 60 kilómetros, que hasta los años 80 atraía sobre todo a personas con pocos recursos del sur de Italia, que iban a trabajar a las fábricas locales. Hoy en día, el clima fresco del verano, la alta calidad de vida y las buenas oportunidades profesionales atraen a los mejores cerebros de Italia, que consideran que el futuro está aquí, al pie de las montañas.