El Reino Unido ha recuperado su estatus como destino para los inversionistas. Así lo afirmó la ministra británica de Economía, Rachel Reeves, quien indicó que su departamento ha recibido promesas de inversión por 63.000 millones de libras (75.540 millones de euros) de empresas que participaron en la cumbre empresarial celebrada esta semana en Londres. Reeves aseguró que crearían unos 38.000 empleos en áreas como infraestructuras o energías renovables. Para la ministra, estos compromisos son una muestra de la «confianza» del nuevo Gobierno laborista. Sin embargo, empresarios, como Eric Schmidt, expresidente ejecutivo de Google, pidieron que se flexibilicen el marco regulatorio en materia de inmigración, para facilitar la llegada de «profesionales capacitados».