Javier Pereiro Pérez: «Nuestro empeño es que el I+D revierta en el avance social»

MERCADOS

PACO RODRÍGUEZ

El responsable de Feuga destaca que el organismo que nació hace 40 años para afianzar las colaboración entre la investigación académica y el tejido empresarial tiene ahora la vocación de ampliar su presencia en proyectos de vanguardia relacionados con la inteligencia artificial o la computación cuántica.

08 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El vigués Javier Pereiro, procedente del sector de las telecomunicaciones, asumió hace 15 años las riendas la Fundación Empresa-Universidad Gallega (Feuga) como director gerente convirtiendo a esta institución en el eslabón esencial para que las capacidades que existen en el ámbito académico traspasen los muros de las facultades y se conviertan en iniciativas empresariales innovadoras que aporten beneficios a la sociedad.

—¿Qué es exactamente Feuga, cuál es su finalidad?

—Feuga nace en 1982 como un compromiso de las empresas más sobresalientes de la comunidad para establecer una colaboración entre el ámbito académico y el industrial para mejorar la competitividad de las empresas gallegas. Esa idea de origen es lo que ha impregnado el carácter de la fundación. Y hoy somos una entidad que está comprometida con la puesta en valor del conocimiento que se genera en el ecosistema universitario gallego y los centros de investigación de referencia.

—¿Puesta en valor, con qué finalidad?

—Cuando decimos puesta en valor significa que tenga un impacto social, nuestro empeño es que el I+D revierta en el avance social creando tejido productivo, generando empleo e innovaciones que redunden en la sostenibilidad, el cuidado ambiental y el bienestar de las personas. Nacimos hace más de 40 años para contratar las capacidades de investigación por parte de las empresas, porque en aquel momento no existía, y en torno a ese vínculo instrumental gira toda nuestra actividad.

—Hace 40 años no existía internet y ahora ya lidiamos con la IA. ¿Cómo ha sido esa evolución?

—Evolucionamos en función de las demandas de la sociedad, del ecosistema de I+D, de las empresas, viendo las necesidades que se van planteando y cómo podemos darle respuesta. A lo largo de los años hemos desarrollado nuevas capacidades y nuevos servicios, para ser un instrumento que favorece la relación entre la empresas y la investigación a través de puestos colaborativos nacionales e internacionales.

—¿Cuánto presupuesto gestionan en sus proyectos?

—En los últimos cinco años, Feuga ha dinamizado proyectos colaborativos por valor de más de 25 millones de euros, y solo en el último ejercicio hablamos de 7 millones de euros. Y, además, hemos desarrollado nuevas actividades, acciones de transferencia, con capacidades de propiedad intelectual, de valorización de tecnologías, de elaboración de planes de explotación de resultados que, obviamente, en 1982, no disponíamos de todas esas capacidades.

—¿Cuál es la principal herramienta para engrasar ese nexo entre el ámbito académico y el mundo de la empresa?

—Lo primero es que disponemos de un personal muy cualificado, en distintas verticales. Por ejemplo, a nivel internacional tenemos proyectos que van desde motores eléctricos y sistemas compactos de almacenamiento de energía hasta procesos de secado de pasta de papel. Y para abordar esos proyectos necesitas profesionales que sean capaces de evaluar convocatorias internacionales, de entender quién es quién en el ecosistema investigador para buscar los socios y empresas con los que montar, diseñar y ejecutar un proyecto. Tenemos también un posicionamiento en 12 plataformas europeas para la innovación, presencia física con la oficina en Bruselas para mantener esta relación, así como herramientas para la gestión de patentes o la vigilancia tecnológica.

—¿Qué tipo de sectores abarcan esas 12 plataformas europeas en las que están posicionados?

—El trabajo de la fundación es muy transversal, nos posicionamos en diferentes ámbitos. Claro, que hay algunos en los que tenemos más presencia, como los proyectos del Clúster 6 de la Comisión Europea, relativos a la alimentación, bioeconomía, agricultura o recursos naturales, pero una de nuestras grandes apuestas para los próximos años es incrementar nuestra presencia y nuestra participación en proyectos del ámbito de inteligencia artificial, donde ya estamos participando, y en otros como la computación cuántica, la sensórica o la fotónica. En fin, damos pasos y vamos abriéndonos cada vez más, y lo hacemos con socios internacionales de mucha referencia.

—¿Entre los servicios que prestan también está la formación?

—Sí, también. En los últimos cinco años, más de 3.000 profesionales han pasado por nuestras acciones de formación, 900 de ellos en el último año. Fíjese que son 3.000 profesionales empresariales, muchos directivos, así que claro que tenemos contacto con la formación del ámbito empresarial y, de manera muy específica, en los proyectos colaborativos internacionales, promoviendo la participación de los grupos de investigación del sistema universitario gallego.

«Los centros de investigación que tenemos en Galicia tienen el máximo nivel»

—¿Dentro del ecosistema de la ciencia e investigación, en qué destaca Galicia?

—Los centros de investigación que tenemos en Galicia realmente tienen el máximo nivel. Con la Red Cigus de investigación de excelencia, que cubre diferentes áreas, somos muy competitivos. En el ámbito sanitario, tenemos una capacidad y una experiencia de investigación muy grande, también en la física de partículas, debido a nuestra colaboración con el CERN; o en el ámbito agroalimentario, en química, sistemas de inteligencia artificial, de telecomunicación… Creo que tenemos muchísima capacidad y muy transversal con la colaboración de centros tecnológicos y la empresa.

—¿Cree que se invierte lo suficiente desde el ámbito público y privado en la innovación?

—El INE publicó la semana pasada los datos de la inversión en I+D en España, y vemos que Galicia aparece como una de las comunidades destacadas en cuanto al crecimiento porcentual del gasto respecto al 2022. Creo que se está haciendo un gran esfuerzo, tanto desde el ámbito público como desde el privado, y las cifras lo reflejan. Obviamente, nos queda mucho recorrido para llegar a los objetivos que marca la UE, de invertir un 3 % del PIB en I+D o para llegar a esas cifras como el 2,9 % de Alemania, pero el esfuerzo se están haciendo, y crecimientos de dos dígitos en inversión no son sencillos de hacer.

—¿Es posible conocer alguna idea o innovación tecnológica concebida en los proyectos en los que colabora Feuga?

—Le podría dar varias, pero estamos sujetos a una política de confidencialidad con las empresas con las que colaboramos. Lo que sí puedo asegurar es que hay patentes que están ahora mismo en explotación y que dieron lugar a instalaciones industriales en Galicia, eso sí lo puedo decir, o que se implantaron mejoras en cadenas de producción y en plantas relacionadas con el sector del mar. Serían muchos los ejemplos, porque tenemos tanto proyectos colaborativos a largo plazo como otros que son muy concretos, con nombre y apellidos y un objetivo claro, como la mejora de un sistema de almacenamiento de energía o el perfeccionamiento de los sistemas de corte de la piedra natural que nos puede permitir obtener una ventaja competitividad en el mercado, por eso debemos ser discretos con esto.