Formación bajo demanda para impulsar sectores estratégicos

MERCADOS

M.MORALEJO

La Xunta invertirá, hasta abril del 2025, 7,5 millones para microformaciones diseñadas por los clústeres que permitan adquirir nuevas competencias

15 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia cambió muchas cosas, también el tejido productivo, en el que se aceleró la transición digital y, en pospandemia, avanzó en la economía verde. La rapidez de los cambios, sin embargo, chocaba con la rigidez en lo que a actualización de contenidos tiene la formación para el empleo de carácter formal. Así que el nuevo desafío requería de herramientas que facilitasen una actualización ágil de la población activa, tanto de las personas que están ocupando puestos de trabajo como de aquellas que lo haya perdido, para así fomentar su rápido ingreso en el mercado laboral. Había nacido un programa de microformaciones diseñadas por el tejido empresarial de las que ya se han beneficiado más de 40.000 trabajadores.

«Vimos la necesidad de dar entrada a la propia empresa, al tejido productivo, a la hora de diseñar los contenidos de las acciones formativas». Lo explica la directora xeral de Formación e Colocación, Zeltia Lado. Y qué mejor que los clústeres empresariales para llevar a cabo la prospección entre las empresas de sectores estratégicos para elaborar un catálogo de necesidades y también para contactar con formadores y movilizar tanto a las personas empleadas como las que están en situación de búsqueda de empleo.

La Consellería de Emprego, tras un proceso de escucha y de análisis de los datos que obtuvieron de los sectores productivos, estableció así una colaboración público-privada «a través de la cual nosotros apoyamos con módulos económicos la impartición de esa acción formativa» mientras los clústeres se encargan del diseño de los contenidos y movilizando a participantes y docentes.

La Xunta ha aprobado la firma de convenios con los clústeres y entidades representativas de nueve sectores estratégicos para la economía de Galicia: el clúster del sector naval gallego (Aclunaga), el clúster del sector del metal (Asime), la Fundación Clúster da Automoción e a Mobilidade de Galicia (Ceaga), la Asociación de Centros de Ensino de Perruquería e Estética de Galicia (Cepega), el clúster de las energías renovables (Cluergal), la Federación Galega de Comercio, la Fundación Laboral da Construción, el Clúster da Función Loxística y el Clúster TIC de Galicia.

En total, la inversión ascenderá a 7,5 millones de euros entre este año y marzo del 2025, con la que se pretende formar a 17.100 profesionales a través de 550 cursos, que se suman a los más de 40.000 que ya han participado en alguno de las más de 2.800 acciones formativas que ya se han llevado a cabo desde el año 2022.

Se trata, al fin y al cabo, de que la Administración autonómica vaya de la mano de los sectores productivos con mayor impacto y proyección en el mercado laboral para impulsar su competitividad a través de talento especializado, de acuerdo con las habilidades específicas que necesitan.

«Se trata de que, a través de una formación breve, muy pegada a las necesidades del tejido productivo, las personas participantes vayan adquiriendo las competencias necesarias en el sector», explica Zeltia Lado. Los itinerarios que se imparten, que tienen una duración de entre 30 y 60 horas y de carácter práctico y no formal, son diseñados e impartidos por las propias entidades, lo que aumenta la efectividad de estos cursos.

Algunos ejemplos de actuaciones impartidas este año están relacionadas con la soldadura y la robótica en el sector metalúrgico, con vehículos híbridos y eléctricos en el sector de las energías renovables y, en el ámbito de las TIC, se realizaron formaciones sobre programación avanzada y desarrollo de aplicaciones web, entre otras. Además, en el ámbito de la automoción se han desarrollado formaciones en soldadura robótica o en el lenguaje de programación Python.

Los cursos deberán estar relacionados con el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales. De esta forma, los conocimientos adquiridos permiten al estudiante participar posteriormente, si así lo desea, en el procedimiento de acreditación de competencias para obtener un certificado de profesionalidad.

La cobertura de las ofertas de empleo es uno de los retos a los que se enfrenta hoy de forma estructural el mercado laboral y Galicia sigue, en este sentido, la filosofía que defiende la Unión Europea para garantizar el uso y retención del talento en el mercado interior y, al mismo tiempo, promover la movilidad y atracción de trabajadores de terceros países.

Medidas complementarias

En cuanto al mercado interno, la Xunta apuesta por una estrategia integral para flexibilizar la formación, a través de píldoras formativas y cursos adaptados a las necesidades del tejido productivo. Las actuaciones que diseñan los clústeres se completan con la financiación por parte de la Xunta de una batería de medidas de apoyo a la formación bajo demanda y a la impartida a través del Servizo Público de Emprego de Galicia. Además, se han puesto en marcha acciones para promover la participación de colectivos que son estratégicos o están infrarrepresentados en el mercado laboral, como pueden ser los jóvenes, las mujeres, las personas con discapacidad y los inmigrantes irregulares.

Además, Galicia pondrá en marcha en el 2025 un plan de atracción de talento, priorizando a los gallegos de la diáspora, en el que las actuaciones se realizarán en origen y siempre de la mano de las empresas, con el objetivo de garantizar el empleo de estos trabajadores.

Un programa pionero en España con gran éxito de ejecución y participación 

La puesta en marcha de estas microformaciones, diseñadas e impartidas por los propios sectores productivos, ha sido una medida pionera en España y el éxito de participación y la alta capacidad de ejecución de estos programas le ha permitido a Galicia recibir una partida adicional de siete millones de euros financiados por la Unión Europea, a través del Programa de Recuperación, Transformación y Plan de Resiliencia, y resultado de la redistribución de otras comunidades autónomas y destinadas al desarrollo de estas acciones formativas. Por eso, y con el objetivo de seguir fortaleciendo este ámbito, el Ejecutivo gallego ha solicitado al Gobierno central que se lleve a cabo una mayor flexibilización de los criterios de reparto que se siguen para la distribución de fondos finalistas para la formación y que en estos criterios se tengan en cuenta también las particularidades que tiene cada territorio. Se trata, al fin y al cabo, de seguir impulsando experiencias cortas de aprendizaje como una herramienta para impulsar la competitividad de las empresas —permitiéndoles también asumir nuevos retos—, como a la reconversión profesional de la población ocupada y el aumento de las oportunidades laborales de los desempleados.