
El Senado italiano ha dado luz verde este miércoles a un proyecto de ley laboral promovido por el Ejecutivo y vinculado a la nueva ley presupuestaria. Queda así aprobada una norma cuyo objetivo, según la mayoría de centroderecha, es simplificar numerosos trámites burocráticos y mejorar las condiciones de seguridad en el trabajo, poniendo especial énfasis en la flexibilización de las prestaciones salariales y en la protección de los derechos de los empleados y autónomos: «Es la culminación de un año de trabajo por la simplificación y la estabilidad del empleo», ha declarado la ministra de Trabajo, Marina Calderone. Para los sindicatos, en cambio, la nueva ley está completamente desequilibrada a favor de las empresas y refuerza la precariedad.