Áridos e infraestructuras, en el progreso de Galicia

Alberto Novoa PRESIDENTE DE ARIGAL Y DE LA FEDERACIÓN DE ÁRIDOS DE ESPAÑA

MERCADOS

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Como segunda materia prima después del agua, los áridos forman parte de una industria estratégica porque de ellos depende la marcha de las infraestructuras

22 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los áridos son la segunda materia prima más consumida por el ser humano después del agua. Sin ellos, no sería posible la construcción de viviendas, aeropuertos, hospitales, carreteras, vías de ferrocarril o puertos, entre otras infraestructuras imprescindibles para el progreso de las sociedades. Por este motivo, son un indicador muy preciso del desarrollo socioeconómico de un país.

Contar con un sistema de infraestructuras adecuado es un requisito fundamental para garantizar la competitividad de Galicia e impulsar su tejido productivo. Para ello, es importante ejecutar infraestructuras cruciales para la comunidad y poner en valor las actuales, invirtiendo en su mantenimiento y modernización.

En los últimos años, han sido numerosas las inversiones en infraestructuras que se han planteado para nuestra comunidad. Sin embargo, la ausencia de agilidad en los plazos de ejecución, en ocasiones ligada al bloqueo de los presupuestos del Estado, sumada a la localización periférica de Galicia, perjudican el crecimiento socioeconómico de nuestro territorio.

En concreto, es necesaria una apuesta decidida por la modernización de las infraestructuras de transporte para garantizar que los viajeros y las mercancías del noroeste de la península puedan desplazarse en tiempos razonables y cumplir los estándares europeos. Este impulso está ligado al despliegue del Corredor Atlántico de mercancías, que persigue aumentar la cohesión de esta zona geográfica con el resto de España y la UE.

El desarrollo de las actuaciones necesarias para finalizar la línea de alta velocidad ferroviaria entre Madrid y Galicia es otro requisito fundamental para mejorar la conexión con el resto de las comunidades. En la actualidad, la vía de ancho internacional no llega a Santiago y la alta velocidad no conecta las principales ciudades gallegas debido a los retrasos acumulados en la finalización de las vías.

En cuanto a la red de carreteras, es preciso solventar la ausencia de determinadas infraestructuras, como la conexión por autovía entre Lugo y Ourense; y elaborar un plan de mantenimiento y mejora de otras conexiones cruciales para la circulación de mercancías, como las autovías de las Rías Baixas y del Noroeste.

Otra cuestión básica en esta materia es la transferencia y gratuidad de peajes de la AP-9, que vertebra la franja atlántica, en la que reside el 60 % de la población gallega, y sustenta buena parte de la economía de la comunidad. Tampoco debemos olvidar la urgencia de conectar los tres aeropuertos de Galicia, apostando por la intermodalidad para responder a las necesidades de movilidad tanto de viajeros como de mercancías.

La transición hacia una economía circular no será posible sin la extracción de áridos. Esta industria es la principal suministradora de materias primas para la construcción de infraestructuras, lo que la posiciona como estratégica para Galicia. El establecimiento de fórmulas que agilicen los permisos para abordar las infraestructuras pendientes y modernizar las existentes, actualizando su capacidad tecnológica y operativa, es el primer paso para el crecimiento de nuestro tejido productivo. Por el contrario, ignorar esta necesidad social, dilatando de forma indefinida los plazos de ejecución, únicamente servirá para penalizar la competitividad de las empresas gallegas en el mercado europeo y mundial.