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La Universidade de Vigo tiene en marcha dos proyectos europeos que buscan mejorar los modelos de cultivo a través del uso de la biodiversidad para fortalecer los suelos

17 mar 2025 . Actualizado a las 19:29 h.

Entre las estrategias está controlar el crecimiento de hierbas, usar hongos micorrízicos y bioherbicidas

¿Puede la biodiversidad mejorar la producción agrícola? ¿Y proteger los suelos del cambio climático? ¿Y combatir plagas que afectan a algunos cultivos? Son las preguntas que se han hecho dos proyectos europeos en los que participa la Universidade de Vigo, centrados en la innovación de la producción agrícola y en avanzar en una agricultura más sostenible.

Agrosus es un proyecto que busca estrategias alternativas para evitar que una hierba se convierta en dominante —lo que erróneamente se llama mala hierba— evitando el uso de herbicidas sintéticos. El proyecto cubre las once regiones biogeográficas de Europa y en cada una de ellas estudian los cultivos que son económicamente más relevantes. En total, 31 cultivos. En Galicia se han centrado en los viñedos, la patata en las Rías Baixas y Ourense.

Lo explica Adela Sánchez Moreiras, coordinadora del proyecto, que se lleva a cabo con productores. Algunas bodegas permiten implementar algunas de estas estrategias agroecológicas en sus viñedos y otras, que tienen una trayectoria larga en el ámbito de la agricultura orgánica, les permiten monitorizar los resultados de esa viticultura a largo plazo.

«Hay una comunicación multitrófica en el ecosistema agrícola rica y diversa y muy necesaria para poder permitir que el cultivo salga adelante por sí solo, sin el uso de insumos químicos», explica la coordinadora del proyecto, que une a 16 socios de once países, incluyendo a la Universidade de Vigo, Feuga y el CSIC, entre otros, que tiene por objetivo buscar modos de mantener un equilibrio entre las diferentes hierbas para que el cultivo pueda competir y salir adelante sin que ninguna hierba se vuelva dominante y le haga sombra.

Entre las líneas de Agrosus está el desarrollo de bioherbicidas con base botánica, a través del uso de aceites esenciales, de extractos acuosos, e incluso de algún compuesto vegetal aislado, como puede ser el farnesol, que diseña una empresa y es ensayado por el equipo, e incluso el uso de drones para la detección de hierbas dominantes y el desarrollo de un robot por parte del CSIC para la identificación temprana de esas especies.

El proyecto ya cuenta con algunos resultados y han visto, por ejemplo, que no hay grandes diferencias en la productividad, es decir, que no decae usando estrategias agroecológicas, y que a nivel nutricional la calidad es la misma o incluso superior. «Es otra cosa que busca la agroecología, que tiene tres patas»: que no sea contaminante, que el valor nutricional de los cultivos sea óptimo — «no se trata de producir más, sino de producir mejor», subraya Sánchez Moreiras— y que permita afrontar los desafíos del cambio climático, que de hecho han sufrido algunos de los terrenos en los que ha estado trabajando el proyecto.

Además, la propuesta ha desarrollado una base de datos europea de especies de hierbas, que, bajo el nombre de Weeds Europe, incluye información detallada sobre 117 especies, abarcando su resistencia a herbicidas, tratamientos con herbicidas y estrategias de manejo agroecológico.

Por su parte, el proyecto SoildiverAgro, que termina el próximo mes de mayo, se centra en «como usar a biodiversidade do solo para mellorar a produción, a calidade das plantas e para reducir insumos externos». Lo explica David Fernández Calviño, también investigador de la Universidade de Vigo y coordinador de un proyecto que cuenta con más de una veintena de socios europeos y que realiza estudios en cultivos de seis países para cubrir todas las zonas edafoclimáticas de Europa.

En cada zona se han realizado estudios adaptados y trabajan fundamentalmente, aunque no solo, con trigo y patata, que son las producciones fundamentales en Europa. Han conseguido reducir en un 50 % la fertilización con nitrógeno y tener producciones mayores.

Una planta como estrategia para eliminar el nematodo de la patata en A Limia 

Uno de los resultados más prometedores de SoildiverAgro es el uso de una planta para reducir la incidencia del nematodo de la patata, pero que presentaba dificultades a la hora de su cultivo. El proyecto, a través de distintos ensayos, ha identificado las mejores condiciones para su desarrollo. Al aplicarlas en el campo, la incidencia de esta plaga se redujo de forma considerable, una solución que podría «reducir ou case eliminar a incidencia deste nematodo na Limia se se aplica a escala comercial», dice Fernández Calviño.

Del mismo modo, han testado sistemas de prevención de plagas que permiten aplicar los fungicidas en los cultivos solo cuando son necesarios y no de foma rutinaria, como ocurre hasta el momento.

SoildiverAgro también ha ensayado el uso de hongos micorrízicos en los cultivos, que ha mostrado resultados en años climáticos normales. El cambio climático también está presente en ambos proyectos de la Universidade de Vigo.

«Necesitamos cultivos resilientes», afirma la profesora de la Universidade de Vigo, ya que el desafío es que los cultivos y el suelo puedan sobreponerse a los eventos que ya están sucediendo. Eso, y cambiar el modo en el que se hace uso de la tierra «que no es sostenible» y pasa por modelos en los que se agota un suelo y se pasa a otro sin regenerarlo.