Ainoa Cabada se fue a Australia por amor. Creía que era la hora de cambiar su suerte
13 jun 2020 . Actualizado a las 16:34 h.Ainoa siempre supo que su futuro profesional estaría fuera de España aunque, en su caso, fue el amor el que la llevó a Australia. A sus 29 años, esta vecina de Pontevedra suma ya cinco en Adelaida. «No me costó decidirme, pero no fue nada fácil. Era hora de cambiar mi suerte y tuve bastante claro desde el primer momento que quería intentarlo. Preferí fallar y volver, que arrepentirme de no haberlo intentado». En este tiempo al otro lado del planeta, siente que todo ha sido crecimiento. «Australia me ha dado muchas lecciones y oportunidades de las que estoy muy agradecida. También me ha enseñado a valorar Galicia todavía más».
Los primeros pasos de su vida profesional arrancaron estudiando Filosofía en Santiago. El camino hacia lo que ama: el mundo de los Derechos Humanos. «No me arrepiento de haber estudiado una carrera que muchos consideraron una locura en su momento porque no tenía muchas salidas profesionales».
En la Universidad de Adelaida compagina ahora sus estudios y su empleo. «Hago el doctorado y trabajo a la vez como investigadora. ¡Ando a mil!. Es algo difícil de compaginar, pero muy gratificante. Hay semanas que me sorprendo a mí misma de haberlas superado». Es la forma de cumplir objetivos y sueños. Los suyos serían conseguir un trabajo como investigadora, asesora o consejera. «Mi carrera es muy importante. Siempre he buscado el camino para conseguir lo que me propongo. El mercado laboral aquí es muy diferente, pero no soy objetiva porque nunca tuve un puesto de trabajo en España. Es algo que me gustaría experimentar, pero no sé si será posible. Tengo más contactos de trabajo aquí. Para volver tendría que tener un trabajo que me apasione. Me iría si supiese que voy a tener un puesto que me haga saltar de la cama cada día. Hoy en día es fácil mantener contacto, yo hablo con mi familia casi todos los días. Todo es acostumbrarse, sabemos que cuando ellos se van a dormir, yo me levanto y viceversa. No voy muy a menudo, pero siempre que puedo hago una escapada».